El PP se despereza ante la corrupción

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo desactiva la bomba de Sogama y sacrifica su mayor pieza política en seis años en vísperas de acudir al Parlamento para lanzar las medidas de regeneración democrática

25 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La carrera de Alberto Núñez Feijoo hacia la presidencia de la Xunta arrancó hace seis años con un seísmo originado en las islas Caimán, el paraíso fiscal donde ocultó parte de su dinero el hombre que eligió el líder del PPdeG para encabezar la lista de Ourense, Luis Carrera, forzado a dimitir por aquel asunto. Y esta semana sufría otra sacudida con el escándalo que se llevó por delante al presidente de Sogama, Luis Lamas, la mayor pieza política que ha sacrificado Feijoo, tras conocerse que adjudicó un contrato a un bufete de abogados del que es socio.

Se trata de dos casos muy diferentes, pero relacionados ambos con las prácticas corruptas o irregulares, en cuyo control el Gobierno de Feijoo nunca se ha situado en la vanguardia, al menos hasta el momento, pues las decisiones adoptadas en este sentido siempre llegaron a rebufo de lo hecho en otros territorios. Es, en todo caso, una evidencia que el mandatario autonómico intentará desactivar este martes con su comparecencia en el Parlamento, donde lanzará un paquete de más de 40 acciones concretas para prevenir la corrupción, plan que en el PP creen que será el más ambicioso que vea la luz en España.

Seis años ha tardado Feijoo en llegar a este punto. Un tiempo en el que vio como el fraude fiscal, el tráfico de influencias o la prevaricación avanzaban por metástasis en la política, afectando con casos muy llamativos a todos los partidos, pero de manera muy directa al PP, en tanto que tuvo que sacrificar a dos alcaldes en Santiago y a casi todo su grupo municipal, tuvo también que darle el relevo a la portavoz del partido, a tres diputados imputados en otras tantas causas y a varios cargos intermedios de la Xunta, a la par que vio como le caía una condena a la persona que en su día afilió a Feijoo al PP, el otrora todopoderoso José Luis Baltar.

Referente de la austeridad

Porque mientras que Feijoo sí tuvo siempre gran vocación por ser un referente de la política de austeridad, ajuste fiscal y lucha contra la crisis, no mantuvo la misma determinación en la transparencia y la regeneración democrática, pese que el paro y la corrupción son señalados como los dos principales problemas del país en casi todos los sondeos desde mediados del 2012.

El caso es que buena parte del éxito político del presidente de la Xunta deriva de la capacidad que tuvo para anticipar medidas que después se extendieron por toda España, como la reducción del número de consellerías y altos cargos, el adelgazamiento administrativo, la obsesión por cumplir el objetivo de déficit público o el establecimiento por ley de un techo máximo de gasto.

No ocurrió lo mismo en el caso de la regeneración democrática. Obviamente, la Xunta dio pasos en la dirección correcta, pero casi siempre tardíos y sin convicción. De hecho, en el Parlamento tuvo que bregar el PP con varias denuncias del PSOE por no publicar los convenios y contratos en la web de la Xunta, algo a lo que obliga desde el 2006 la ley de transparencia. El destape patrimonial de los conselleiros se implantó en el 2011, cuando Zapatero y otras comunidades llevaban años practicándolo, y el código ético que se autoimpuso la Xunta en el 2014 vino a remolque del aprobado en el País Vasco, Baleares o Cataluña.

Pero el PP ahora sí parece haber llegado a la conclusión de que no puede permanecer más tiempo de brazos cruzados ante el fenómeno de la corrupción, que es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. El próximo martes Feijoo realizará el giro para mejorar la imagen del partido en este campo, y en la foto no encajaba ni por asomo la situación del ya expresidente de Sogama, de la misma forma que Rajoy tuvo que soltar lastre haciendo dimitir a Ana Mato en vísperas de enarbolar desde la tribuna del Congreso la bandera de la regeneración.