Galicia pierde en solo un año cerca de 27.000 residentes de entre 15 y 34 años

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La fuga de extranjeros, casi 14.000 en dos años, agrava el declive poblacional

21 ene 2015 . Actualizado a las 11:42 h.

Un pueblo que cada vez tiene menos jóvenes tiene más difícil su desarrollo y continuidad social, laboral e incluso identitaria al hacerse más dependiente de la producción y amparo económico del resto del Estado. Y ese es el camino que cada vez con más pendiente descendente sigue Galicia, pues la caída de su población en las franjas más jóvenes es mucho mayor que en el resto de su pirámide de edad.

Los datos del padrón continuado, que con carácter definitivo fue dado a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística, reflejan que a 1 de enero del 2014 había en la comunidad 17.245 personas menos que el año anterior. El análisis pormenorizado de dicha cifra indica que el crecimiento de los grupos de mayor edad palió en parte un desastre poblacional mayor. Salvo entre cinco y catorce años las demás franjas de edad juveniles han sufrido en solo un año un espectacular retroceso. Tanto, que de entre 15 y 34 años de un ejercicio para otro han desaparecido 26.834 residentes en Galicia.

Extranjeros jóvenes

No se puede atribuir dicho salto atrás solo en base al envejecimiento de la población y el estrechamiento de los grupos jóvenes. Es más, la emigración, tanto de extranjeros como de gallegos se convierte en un hecho determinante para explicar el visible mordisco que la pirámide de población de Galicia está sufriendo en los escalones de acceso a la etapa laboral.

Cuando arrancó el 2013 habitaban en Galicia 109.962 extranjeros. Justo un año después había 11.717 menos, casi 14.000 si se suma la bajada ya sufrida un año antes, cuando dejó de crecer el colectivo foráneo en la comunidad, curiosamente más tarde de lo que lo había hecho en el conjunto del Estado.

Los datos del INE explican que casi el 60 % de los extranjeros que han dejado de integrar el padrón gallego en el último año (8.025 en total) tenían entre 16 y 44 años. La mayor prueba de que Galicia no es ahora enclave de atracción laboral.

Los cambios en la colonia extranjera han introducido también variaciones en el peso de las distintas nacionalidades presentes en la comunidad. Portugal sigue siendo el primer aportador de foráneos a Galicia, el 19 % del total, aunque por primera vez en años con menos de veinte mil integrantes dada la caída en la construcción, que históricamente ejerció como imán para la emigración desde el otro lado de la frontera. Los brasileños, nacionalidad bajo la que también llegaban multitud de residentes en Portugal, han dejado su segundo puesto en el ránking en favor de los rumanos. Los nacidos en Brasil llegaron a superar los diez mil hace solo dos años, y ahora son 8.189, cifra rebasada por los llegados de Rumanía, pese a haber sufrido igualmente una merma en su colonia. De 9.394 rumanos empadronados en el 2013 se han pasado a 9.200.

La radiografía residencial gallega se completa con la aportación de otras comunidades autónomas. Hasta 145.915 empadronados nacieron en el resto de España, como otros 117.759 gallegos lo hicieron también en el extranjero.