Feijoo presentará la semana que viene en el Parlamento su plan contra la corrupción

El presidente de la Xunta intentará la semana que viene conseguir en el Parlamento el respaldo político para su plan contra la corrupción que no pudo obtener en el debate sobre política autonómica de octubre pasado ni en la reunión que mantuvo al mes siguiente con el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. El programa que Alberto Núñez Feijoo entregó a Besteiro en aquel encuentro vertebrará el grueso de las «medidas de impulso democrático» que el jefe del Ejecutivo presentará al Parlamento, en una comparecencia en pleno extraordinario a la que hoy mismo pondrá fecha concreta la Xunta de Portavoces.

Entre propuestas de modificaciones legales y compromisos éticos, Feijoo ofrecerá a la Cámara, «como punto de partida», la aprobación de unas 40 medidas que afectan al ámbito del Gobierno autónomo, del Parlamento, de las diputaciones, de los ayuntamientos y de los partidos. Entre ellas, destacan restringir las aportaciones personales a las formaciones políticas y vetar las empresariales, obligar a todos los grupos a difundir sus cuentas a través Internet, atribuir al Consello de Contas facultades de prevención de la corrupción, retirar el aforamiento a los parlamentarios, someter a las compañías semipúblicas a las mismas exigencias que a la Administración general y la implantación de nuevas inhibiciones para altos cargos con intereses societarios directos o vía familiar.

Forman parte del paquete, igualmente, la rebaja de las vacaciones formales de los diputados, la limitación de las competencias de los gobiernos cuando se encuentren en funciones y la creación de portales web de transparencia con datos autonómicos, provinciales y municipales de toda clase: costes y justificación de actividades, declaraciones de patrimonio, repartos de subvenciones, sueldos, consumo en líneas de telefonía móvil... La lista de iniciativas la completan, por ejemplo, otras como la fijación de un posicionamiento favorable al recorte de la duración de las campañas electorales y la adopción de mecanismos para evitar el fraude en la concesión de becas y ayudas.

La Xunta destacó que el presidente cumplirá así con su compromiso de comparecer en la Cámara para abordar el debate sobre las medidas contra la corrupción, al tiempo que enfatizó que tratará de «acordar coa oposición» esas iniciativas. El portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, subrayó al respecto que «integrar as posturas de todos os grupos» sería bueno, pero advirtió que los populares tampoco están dispuestos a retrasar la aplicación de esas medidas en espera de fraguar ese acuerdo. «Con independencia de que o pacto sexa bo, debemos tomar medidas de impulso democrático sen subordinalas á existencia dun acordo», enfatizó. Puy vinculó la posible negociación con los grupos de la oposición a las propuestas que puedan requerir de la tramitación o modificación de algún texto legislativo.

El PSOE y los «problemas reais»

Pero el margen de acuerdo parece exiguo. La oposición avanzó que no dará un cheque en blanco a Feijoo para «que pareza que o PP está preocupado pola corrupción». La diputada socialista Carmen Gallego sugirió incluso que esa comparecencia es secundaria, al reclamar de nuevo que el presidente comparezca para «falar dos problemas reais do país», como el colapso de las urgencias hospitalarias y a la situación de los enfermos de hepatitis C. El portavoz del BNG en O Hórreo, Francisco Jorquera, expresó su deseo de que «Feijoo non pretenda un lavado de cara nin unha fuxida cara adiante» ante «os casos de corrupción que salpican ao seu partido». Reclamó que los grupos puedan presentar en el debate propuestas de resolución. La viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, tachó de «política cara á galería» la decisión del presidente de la Xunta de comparecer en pleno extraordinario.

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