El uso de drogas para cometer abusos sexuales «está más extendido de lo que se piensa»

S. Acosta / A. URGORRI A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

La escopolamina se encuentra en el fruto de estas plantas.
La escopolamina se encuentra en el fruto de estas plantas.

Los expertos alertan de que, además de la burundanga, también se ha detectado la utilización de alcohol y ketamina

08 ene 2015 . Actualizado a las 10:01 h.

Manuel Isorna, técnico en prevención de drogas del Concello de Catoira y profesor asociado a la Universidad de Vigo en prevención de conductas adictivas, dirige un estudio sobre la utilización de drogas facilitadoras del acto sexual. Según los datos que maneja, no solo la droga conocida como burundanga es utilizada para mantener relaciones sexuales no consentidas, sino que también se usa la ketamina y el alcohol, que también pueden hacer que la víctima pierda la noción de la realidad: «Es un comportamiento más generalizado de lo que se piensa», indica. En el caso del alcohol, Isorna la denomina como «la primera droga facilitadora del acto sexual en todo el mundo, no solo en España», aunque si bien es cierto que «cada vez se utilizan más otras sustancias como la ketamina y la burundanga». Para este experto en prevención de drogas, es importante que tanto los padres como los adolescentes sean conscientes de esta situación: «Sucede mucho más de lo que la gente se cree y es importante que tanto los padres como los jóvenes tengan constancia de lo que está pasando. En el caso del alcohol, algunos hombres interpretan una sonrisa como un modo de consentir relaciones sexuales y no es así. Y luego las jóvenes no saben decir si han consentido o no, porque no se acuerdan. Han perdido la noción de la realidad. Muchos casos no se denuncian por que las jóvenes tienen miedo de reconocer a sus padres que han estado bebiendo. En ese sentido, se encuentran en una situación de indefensión. Además, suelen elegir a adolescentes jóvenes, de poco peso y con poco hábito de beber. Es una presa fácil».

La burundanga es el nombre con el que se denomina en Latinoamérica a la escopolamina, un alcaloide que está en plantas de la familia de las solanáceas. El catedrático de Toxicología de la USC, Manuel López-Rivadulla, explica que este alcaloide «tiene una actividad terapéutica importante» para «problemas de mareos en coches, como relajante muscular...». El experto cree que es «prematuro» hasta que se conozca el resultado de los análisis, saber si la mujer que apareció desorientada y desnuda en A Coruña fue drogada con burundanga. «Lo que sí está claro es que es un caso de libro de sumisión química», destaca. Pero advierte de que «hay otras muchas sustancias que se utilizan desde hace muchos años de tipo hipnótico, que crean los mismos efectos». «Las incapacita, las narcotiza, y si a esto le sumas que están bebiendo alcohol, o tomando alguna droga, el que se les administre una sustancia a mayores de estas características, sea la escopolamina u otra, potencia los efectos».