Sito Miñanco, de permiso carcelario, dormía cerca de donde detuvieron a sus viejos socios

La Voz

GALICIA

08 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya un par de años que Sito Miñanco disfruta de permisos carcelarios, y cuando puede, se acerca a su Cambados natal -donde hace unas décadas era considerado casi como un mecenas-, para visitar a la familia y a sus viejos amigos. Fue lo que hizo estas Navidades, por lo que cuando se produjeron las detenciones en Cambados, José Ramón Prado Bugallo dormía muy cerca de sus viejos colaboradores perseguidos ahora por la policía, entre ellos, Rafael Bugallo, el Mulo, que en los ochenta se introdujo en el negocio del contrabando de tabaco pilotando las planeadoras de Miñanco.

El que fue considerado en su tierra natal como un narco bondadoso -siempre fue el mejor visto de los históricos porque, aparte de ser una persona afable tenía fama de no dejar nunca tirados a los suyos, con los que era muy generoso- tuvo a lo largo de las últimas décadas sus más y sus menos con la Justicia, pero el episodio más crítico lo vivió hace catorce años, cuando fue confiscado un alijo en alta mar y la Policía sorprendió a Bugallo en su chalé de Madrid dirigiendo el transporte con las cartas náuticas extendidas sobre la mesa. Al parecer, cuando lo detuvieron reconoció que «esta vez sí me habéis pillado». Le cayó una condena de 16 años de la que ya cumplió más de las tres cuartas partes, por lo que lleva tiempo tratando de conseguir la condicional, hasta ahora, infructuosamente.

Blanqueo de dinero

Sito Miñanco -que ya tiene 59 años y sufrió serios problemas de salud- aseguraba hace más de dos años que si dejaba la cárcel tenía un empleo estable en Cambados trabajando en las bateas, pero no convenció al tribunal y se le denegó el tercer grado. Lo que sí consiguió fueron permisos cada vez más frecuentes; en más de una ocasión se le vio por Cambados con su familia, y al parecer, también estuvo en su villa natal durante las fiestas navideñas, coincidiendo con el operativo policial.

La presencia de Miñanco en Cambados al mismo tiempo que se desarrollaba la operación antidroga podría ser una mera casualidad, ya que no se tiene constancia de que tuviese algo que ver con el alijo, pese a que buena parte de los arrestados fueron en otros tiempos colaboradores suyos. En todo caso, el Mulo hace mucho tiempo que trabaja por su cuenta y no necesita de la tutela de Prado Bugallo.

Al margen de que con el tiempo acabe recuperando la libertad, sus cuitas con la Justicia todavía no terminaron, porque aún tiene pendiente una causa por un supuesto delito de blanqueo de dinero que también instruyen los juzgados cambadeses y por la que ya tuvo que declarar en alguna ocasión por videoconferencia, y no solo él, sino también sus familiares y personas que en algún momento hicieron negocios con el capo.

No es el único histórico que permanece en prisión. Aunque había recuperado la libertad Laureano Oubiña, fue encarcelado de nuevo por blanqueo, y también sigue entre rejas a su pesar Marcial Dorado. El único que lleva tiempo libre es Manuel Charlín, el patriarca.