La Fegamp pide a los concellos que no se fíen de las eléctricas

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Aconseja que no den por buenas las facturas de las empresas suministradoras sin antes revisarlas a fondo

18 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

No es una declaración de guerra del municipalismo a las eléctricas, pero sí un mensaje de alerta para que los concellos desconfíen de las empresas suministradoras y no den por buenas sus facturas sin antes revisarlas a fondo. Detrás de esta luz roja que enciende la Fegamp están los «errores frecuentes» en la facturación, que desde el 2013 provocaron 862 reclamaciones de 95 ayuntamientos. El organismo municipalista ha empezado a reunir a los concellos para instruirlos en las medidas que pueden adoptar para rebajar su factura eléctrica, que en los más pequeños representa el segundo concepto con más peso en su gasto corriente. En esas charlas, la Fegamp está trasladando a los representantes locales un decálogo de consejos elaborado en el marco del convenio con el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) y el Instituto Galego de Consumo, que ha permitido a los concellos reclamar y acceder a asesoramiento jurídico ante los abusos de las eléctricas.

Creación de una base de datos

La Fegamp recomienda «no dar por buenas las facturas emitidas por la compañía eléctrica». Ante esos «errores frecuentes» en el proceso de facturación, aconseja a los ayuntamientos crear una base de datos para controlar los recibos y detectar posibles anomalías. La mayoría de las reclamaciones, que en el 96 % de los casos ya han sido solventadas, tenían relación con la disconformidad con los precios y conceptos facturados, y con la modificación unilateral de las condiciones de los contratos. Entre otras irregularidades, se incumplían las tarifas contratadas, se aplicaban descuentos de forma errónea y se empleaban contadores que no realizaban correctamente la discriminación de consumo eléctrico por tramos horarios.

Para evitar esas prácticas que distorsionan el importe de los recibos, Fegamp, Inega y Consumo recomiendan realizar un inventario de los suministros y contratos activos del ayuntamiento. También subrayan la importancia de analizar el consumo de cada contrato eléctrico, para suprimir los que no tienen uso. El objetivo es ahorrar, en un contexto en el que los precios en el mercado mayorista subieron una media del 31 % entre el segundo y el tercer trimestre de este año.

La mayor parte de los consejos tienen validez para cualquier ciudadano, no solo para los concellos. Algunos de los más evidentes son los que se refieren a la adecuación de la potencia eléctrica contratada a las necesidades actuales y al aprovechamiento de la discriminación horaria que ofrecen algunos contratos para concentrar más consumo en los momentos en los que el precio de la energía es más bajo. Además, el órgano municipalista propone a los alcaldes dividir los suministros eléctricos entre los inferiores a 10 kilovatios y los que pasan ese umbral, porque las reglas para esos consumos son distintas. La Fegamp también anima a los concellos a «crear los mecanismos necesarios para sacar la energía a licitación».

Para ello, recuerda que las condiciones generales de las compañías se pueden negociar para adecuarlas a las necesidades del ayuntamiento. «Para hacerlo con seriedad hay que licitar la energía y realizar una única negociación anual con todas las comercializadoras de electricidad», indica. Lo idóneo es firmar un compromiso con la compañía con esas condiciones, que permitirá exigir después su cumplimiento.