Los denunciantes están alegres por las detenciones, pero aún esperan a sus hijas

La Voz

GALICIA

13 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre la satisfacción, las declaraciones contenidas y sobre todo la esperanza de recuperar a sus hijas y nietos, se movían ayer la decena de denunciantes que tan solo un día antes de la operación policial clamaban justicia.

«Es una buena noticia», señala José Manuel Lima, con dos nietas que lo son también del líder detenido, y dos hijas aún dentro de la organización supuestamente religiosa. «Es una alegría contenida, pero aún nos queda lo peor», recuperar a sus familiares, a los que nunca han dejado de ver como sufridores de un lavado de cerebro. «Ojalá que esto sirva para abrirles los ojos a ellas, y también a otras familias que no han querido o no han podido sumarse a esta lucha», continúa Lima.

Como él, Carlos Paz, otro de los padres que dio el paso de denunciar a Miguel Rosende, espera que a sus hijas se les considere solo como víctimas, y en especial a la suya, Marta Paz, señalada en las investigaciones como la mano derecha del líder de la orden. «Todo esto se va a aclarar, porque mi hija es una víctima más», recalca Paz. El papel de la joven es apuntado como relevante para el curso de las investigaciones por parte de otro de los denunciantes, Joaquín García, que recuerda cómo la considerada como «bastón» de Miguel Rosende grababa casi siempre sus intervenciones y sus actuaciones, por lo que sus testimonios podrían ser claves.

«No he renunciado a nada por seguirle -llegó a señalar en unas de sus escasas intervenciones públicas Marta Paz-, al contrario; mi vida se llenó de vida. No lo dudes y síguele», indicaba llamando a nuevos fieles.