El Plan sobre Drogas obtuvo 1,6 millones en la subasta de bienes embargados a narcos

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

Fueron adjudicados 16 de los 28 lotes presentados, y buena parte de ellos eran propiedad de Pelopincho y sus testaferros

12 dic 2014 . Actualizado a las 11:26 h.

El Plan Nacional sobre Drogas dispone de 1.653.409 euros más para invertir en programas sociales. Es la cantidad recaudada el miércoles en la subasta que se celebró en Madrid para adjudicar una treintena de propiedades embargadas a narcotraficantes. Con la excepción de la casa de Laureano Oubiña en A Laxe (Vilagarcía) y otra propiedad en Ibiza que también fue apartada del proceso a última hora, los otros 28 lotes salieron a licitación, y de ellos, se adjudicaron 16, por lo que los responsables del organismo están satisfechos.

Buena parte de los bienes que ya tienen nuevo propietario fueron embargados hace años a José Antonio Pouso Rivas, Pelopincho, y a sus testaferros. De ellos, siete fueron adjudicados. Se trata de un chalé con piscina en Pontecesures, otra casa en la misma localidad, un piso en A Coruña, otro en Ames, una vivienda en Rianxo y otra en Asturias. También se subastó un solar en Valga en el que Pelopincho tenía una nave en la que guardaba las planeadoras y que fue hace años pasto de las llamas en un incendio que siempre se relacionó con las rencillas entre su banda y otros grupos de narcos que operaban en la ría de Arousa. Este solar salía a licitación por 19.724 euros, pero hubo peleas por hacerse con él, ya que se adjudicó finalmente por 41.724. También superó el precio de partida el piso de A Coruña, por el que dieron 10.000 euros más de los que se pedían. El piso en la localidad de Pravia, en Asturias, que salía a subasta por 95.153 euros, se adjudicó por 112.500, una cantidad generosa teniendo en cuenta cómo está el mercado inmobiliario.

En cuanto a las propiedades de Laureano Oubiña, deberán esperar a mejor ocasión. La vivienda de A Laxe no se subastará mientras no se aclare una deuda reclamada por el constructor -un antiguo socio de Oubiña que también compartió banquillo con el capo-, así como la titularidad de la casa, que comparte espacio y servicios con otra vivienda que una de las hijas de Oubiña heredó de su abuelo materno. La finca de Sanxenxo, por la que nadie pujó, volverá a subastarse por un precio más bajo.