Más de 158.000 personas salieron de Galicia desde el inicio de la crisis

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La población total de la comunidad descendió desde el 2012 en 34.000 personas, de las que 8.000 causaron baja en el último medio año

11 dic 2014 . Actualizado a las 10:36 h.

Galicia atraviesa una crisis poblacional de tal magnitud que ateniéndose a la evolución de su censo actual es como si los últimos 39 años no hubiesen existido. Hoy hay el mismo número de residentes en la comunidad que a mediados de 1975, pero si al final de la dictadura las previsiones demográficas apuntaban todavía a un crecimiento sin límite, hoy lo que no tiene freno en Galicia es la pérdida de población. Entonces el censo gallego crecía en 8.680 personas al semestre. Por el contrario, en los seis primeros meses de este año la población de la comunidad gallega ha descendido en 8.017 personas, con lo que queda fijada ahora en 2.739.229 personas.

Las cifras de población y estadísticas de migraciones hechas públicas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) establecen un escenario en el que a los 6.138 fallecimientos más que nacimientos registrados de enero a julio y que fueron dados a conocer la semana pasada, se une ahora un saldo migratorio también negativo. Se fueron de Galicia desde el 1 de enero 12.620 personas, y en el mismo tiempo se asentaron en la comunidad otras 10.760. Emigraron por tanto 1.879 gallegos de nacimiento o residencia más que los que llegaron a Galicia para instalar su nuevo hogar.

Los números rojos en el saldo migratorio gallego, inéditos hasta el 2012, significan que Galicia además de no ser capaz de cubrir su tasa de relevo con al menos 2,1 nacimientos por mujer, o tampoco evitar que sean más los fallecidos que los nacidos, ya no es tampoco tierra de captación de inmigración y vuelve a ser en cambio un país de emigrantes.

Saldo migratorio negativo

Desde el 2012 se marchan más personas de Galicia de las que llegan para afincarse en la comunidad. Dicha situación es tan relevante, que desde entonces Galicia pierde población, 34.186 personas en concreto, 1.139 al mes. El ritmo en este último medio año no se ha moderado, ya que solo la emigración ha costado a la comunidad 2.103 personas al mes.

Ampliando el horizonte estadístico hasta el inicio de la crisis en el 2008, el efecto de la emigración en Galicia es semejante a la desaparición de la mitad de la población de la provincia de Ourense, o como si Lugo, Monforte, Viveiro, Vilalba y Sarria (las cinco localidades más pobladas de la provincia lucense) se hubieran quedado sin habitante alguno en tan solo seis años y medio.

Desde el inicio de la crisis han abandonado Galicia 158.105 personas, el 60 % de ellos a otras comunidades españolas y el resto al extranjero. Pero también los destinos están cambiando. Mientras la emigración al resto de España se mantiene estable en unas 14.000 personas al año, la marcha a otros países se ha vuelto a moderar tras dos años de crecimiento.

La inmigración, la llegada de nuevos residentes a Galicia, no deja de caer en cambio desde el inicio de la crisis. De 36.851 inmigrantes en el 2008, se pasó a 22.319 el pasado año y a poco más de diez mil en la primera mitad de este ejercicio, lo que permite augurar una nueva minoración. Aunque desde el 2012 son más los residentes en Galicia que se marchan que los que llegan aquí para asentarse, el balance desde el arranque de la crisis aún es positivo en 24.231, pero dicha tendencia ya no es más que un reflejo del pasado demográfico de Galicia.

Menos extranjeros

La comunidad gallega, que ya es uno de los territorios menos apetecibles por la inmigración extranjera, ha perdido en el último medio año 811 residentes llegados de otros países. Los foráneos apenas llegan ya al 3,5 % de la población de Galicia al sumar únicamente 91.695 integrantes. El perfil del inmigrante extranjero eso sí, se ha ido modificando poco a poco, sobre todo por la retirada de la colonia sudamericana, que en solo doce años ha pasado de 39.402 integrantes a 25.289. Su espacio ha sido ocupado por la inmigración procedente de la UE, ahora la más numerosa en Galicia, especialmente la integrada por la comunidad rumana.

Por edades, la foto del censo gallego dibuja una notable caída en los últimos doce años entre los 10 y los 33 años, y algo más ligera también entre 66 y 76 años. Los menores de un año ya no llegan a 20.000.