Suspenden el pleno de Carballo por una protesta contra el cobro de la basura a viviendas vacías

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

Algunos de los asistentes al pleno celebrado ayer, con carteles de protesta.
Algunos de los asistentes al pleno celebrado ayer, con carteles de protesta. CASAL< / span>

El Concello aplicó la tasa a 2.000 de los casi 8.000 inmuebles sin inquilinos por tener condiciones de habitabilidad

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Por primera vez en la historia reciente -al menos desde 1979- un pleno de Carballo quedó suspendido durante el debate del orden del día. El alcalde, el nacionalista Evencio Ferrero, tomó esta determinación a la vista de la interrupción de los asistentes. Protestaban, una vez más, por la ordenanza que obliga a pagar la tasa de la basura a las viviendas vacías, algo a lo que también se oponen dos de los tres grupos de la oposición, el PP y Terra Galega, que suman 10 concejales, los mismos que el BNG. El PSOE, con un representante, había apoyado a los nacionalistas.

El Concello ha realizado unas 2.000 altas de inmuebles sujetos al pago, en un municipio que tiene casi 8.000 casas vacías (el recibo anual es de algo más de 60 euros).

La suspensión del pleno se produjo ayer, sobre las 20.40 horas, a los diez minutos de haber empezado, cuando quedaban por tratar cuatro puntos (llevaban ya tres). Fue en la cuarta cuestión cuando el público, casi 150 personas, comenzó a corear: «Queremos solución, alcalde dimisión». Era la misma consigna con la que habían recibido al regidor, Evencio Ferrero, cuando llegó a la sala, y durante unos tres minutos.

Después de ese arranque, comenzó la sesión con normalidad, hasta que comenzaron los coros. Al escuchar los gritos, Ferrero suspendió la sesión y se marchó. Y con él sus compañeros de grupo del BNG, y unos segundos más tarde, los funcionarios.

Al principio se produjo un cierto desconcierto, porque algunos pensaban que se iba a reanudar. Tanto, que la mayoría aguantó una hora más. Algunos incluso sugerían quedarse toda la noche, pero no fue más que un comentario aislado. Con posterioridad, Ferrero explicó que no quiso desalojar a nadie, pese a que la ley se lo permite. «Un pleno non se pode facer coas interrupcións do público. Creo nas institucións e no bo comportamento e educación das persoas, e as cousas non se resolven pola forza, si con educación».

El portavoz del PP, Miguel Ferreiro, también lo valoró: «Non nos parece normal que ante a primeira manifestación que se fai dende o público se tome esa medida, sen sequera dar avisos sobre unha posible expulsión. Non ten sentido suspender o pleno sen antes facer unha advertencia». Recordó que, cuando estuvieron en el pleno miembros de la plataforma contra la mina de Corcoesto, algunos hicieron comentarios en alto sobre su compañero Aurelio Núñez, «e non pasou nada».

Manuel Andrade, de Terra Galega (iba a presentar una nueva moción para cambiar la ordenanza, por cierto), considera que lo que pasó es una «tomadura de pelo», porque «a xente ten dereito á pataleta, a expresar a súa opinión, o alcalde pode pedir silencio».