Los forenses afirman que el vecino de Outes asesinado a martillazos recibió una docena de golpes

a coruña / la voz

GALICIA

25 nov 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

La víctima recibió un golpe inicial que pudo dejarlo inconsciente y tirado en el suelo, y luego otros diez o doce más en un corto espacio de tiempo que acabaron por quitarle la vida. Esa fue la conclusión a la que llegaron los forenses que analizaron el cuerpo del vecino de Outes que, en el verano del 2011, murió presuntamente asesinado a martillazos por Mirko S., el inquilino de nacionalidad italiana al que había acogido en su vivienda para realizar tareas de mantenimiento de la misma.

Los peritos que ayer testificaron en la vista con jurado popular que se sigue en la Audiencia de A Coruña también señalaron que la víctima no presentaba ningún signo de defensa, afirmación que contradice la versión del acusado, que aunque admitió la agresión, dijo que lo había hecho en defensa propia después de que el fallecido lo cortara con un cuchillo. En la sesión celebrada ayer también prestaron declaración dos de los forenses que entrevistaron al imputado y aseguraron que su actitud no evidenciaba que sufriese patologías psiquiátricas que pudieran haber desencadenado los hechos, eximente que había utilizado el abogado de la defensa para justificar lo sucedido.

Asimismo, los agentes de la Guardia Civil que registraron el escenario del suceso confesaron que, presumiblemente, el mismo tuvo lugar en la cocina por el gran número de salpicaduras que había, y que el cuerpo apareció escondido en un pozo, cubierto con cemento, losetas y madera, lo que mostraba la intención de ocultarlo. Hoy está previsto que finalice la vista oral, en la que el imputado se enfrenta a penas de cárcel de entre 20 y 25 años, e indemnizaciones de 150.000 euros.