Cada año, 30 universitarios necesitan ayuda extra para acabar el curso

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Hay becas para alumnos que se enfrentan a una situación imprevista; este año hubo que incrementar la partida en 42.500 euros

25 nov 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

La situación económica de los universitarios gallegos puede cambiar de repente. La muerte de un progenitor, el desempleo del padre o la madre, la quiebra de la empresa familiar, un divorcio, un caso de violencia de género u otras circunstancias pueden acabar repercutiendo en la situación socioeconómica familiar. En estos casos las becas ordinarias no sirven, porque tienen plazos fijos y se rigen además por las rentas de años anteriores. Para evitar que estas situaciones dramáticas obliguen al alumno a abandonar la universidad y dejar los estudios, la Consellería de Educación puso en marcha una línea de ayudas para cubrir estas causas sobrevenidas hace cinco años.

No es la única, ya que las tres universidades gallegas tienen convocatorias similares para imprevistos. De hecho, hace unos meses la Xunta mostró su intención de unificar todas estas ayudas, para que no se creen diferencias entre los estudiantes de una u otra institución. De momento no se ha conseguido esta homologación, y Xunta y universidades mantienen sus becas. Desde el año 2009, una media de treinta estudiantes recurren a la Consellería de Educación cada curso para poder finalizar sus estudios.

La cifra no sigue una línea ascendente ni descendente. En el 2009 hubo 27 ayudas, en el 2010 34 y en el 2011 cayeron a 20. Después volvieron a incrementarse y en el 2014, aún sin datos definitivos, probablemente se dispare el número. Y es que mientras que en el curso 2012-2013 se destinaron a estas ayudas 70.000 euros, y no fue necesario emplear todo el crédito, en el 2013-2014 se incrementó la cuantía a 91.000 euros y fue necesario habilitar una nueva partida. La orden de ampliación se publicó en el Diario Oficial de Galicia el 29 de septiembre y supuso una nueva inyección económica de 42.500 euros, ya que se trata de ayudas no competitivas.

Entre 1.500 y 2.500 euros

Las ayudas requieren de un informe del trabajador social del concello en el que está empadronado el estudiante, y de una acreditación que justifique que se trata de una causa imprevista. Además, es necesario pedirla en el plazo de un mes desde que sucede esta causa sobrevenida. El importe va de los 1.250 euros para aquellos universitarios con rentas per cápita hasta los 5.122,6 euros; a los 2.500 euros para los que no sobrepasen los 3.600 euros, y es imprescindible estar matriculado en al menos 50 créditos de un carrera, es decir, no se aplica a otro tipo de estudios como pueden ser los posgrados o doctorados.

Estas medidas y el hecho de que Galicia tenga las matrículas más bajas de España, ha provocado que los impagos -que implican el abandono de la universidad, ya que para matricularse en un curso es necesario estar al día de los pagos anteriores- no aumenten en las universidades gallegas. No obstante, desde la Xunta se pidió a las universidades que homologuen estos datos de impagos -cada institución mide parámetros diferentes-, y que presenten un informe anual en el Consello Galego de Universidades para evaluar el problema.