Dorribo, a la cárcel tras llevar cinco meses sin presentarse a la Justicia

lugo / la voz

GALICIA

Desde mayo hasta el pasado jueves nadie detectó sus incomparecencias

11 nov 2014 . Actualizado a las 10:07 h.

El empresario lucense Jorge Dorribo está de nuevo en prisión desde media mañana de ayer. La jueza que se ocupó de la operación Campeón, Estela San José, decretó la medida por el incumplimiento de la obligación que tenía de comparecer semanalmente para estar controlado después de haber sido puesto en libertad en la mañana del 9 de agosto de 2011. Además, según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), la magistrada Estela San José entendió que existía riesgo de fuga como consecuencia de la elevada pena de prisión que pide el fiscal para el que fuera responsable del grupo Nupel. Dorribo se enfrenta a una solicitud de 24 años de cárcel porque el ministerio público le considera autor de diez delitos.

A pesar de estar imputado por múltiples delitos, Dorribo presuntamente pasó más de cinco meses eludiendo todos los controles semanales sin que le pidiesen cuentas por ello hasta el pasado jueves, cuando la jueza acordó solicitar su ingreso en prisión, lo que no se produjo hasta ayer. La Fiscalía, que confirmó que el empresario no comparecía desde mayo, también reclamó el encarcelamiento del empresario.

El TSXG no hizo referencia ayer al tiempo que había transcurrido desde que el empresario lucense dejó de incumplir la orden judicial. El alto tribunal gallego solo mencionó el «incumplimiento de la medida de comparecencias semanales que en su día se había acordado».

En el entorno del polémico empresario lucense, encarcelado por crear una trama destinada a obtener de forma presuntamente fraudulenta dinero público (subvenciones y créditos) que luego acabó en fines muy diferentes para los que había sido pedido, aseguran que si no se presentó durante todo este tiempo no fue con la pretensión ni de fugarse ni de evadir la acción de la Justicia. Aseguran que simplemente se debió a una deficiente información que le proporcionó un abogado que, dicen quienes conocen a Dorribo, le manifestó que no tenía que comparecer semanalmente como así se lo habían ordenado. Al parecer, le comentaron que no era necesaria tal regularidad.

Durante esos más de cinco meses Dorribo anduvo por diversos lugares de España y Portugal sin, supuestamente, preocuparse de acudir a algún juzgado, comisaría o puesto de la Guardia Civil. No estaba obligado a comparecer en Lugo. Otros acusados, como es el caso del cabecilla de la operación Carioca, José Manuel García Adán, con la obligación de comparecer dos veces al día después de haber quedado en libertad tras cuatro años en la cárcel, efectuó el trámite en diversas comisarías del sur de España.

No hay registro informático

Una de las posibles causas de lo que parece una falta de control sobre el hombre que generó una macrooperación judicial sin precedentes hasta entonces en Galicia y que provocó un verdadero huracán al acusar al entonces ministro de Fomento, José Blanco, puede ser, entre otras razones, la falta de un registro informático en los juzgados. No hay una herramienta telemática que permita un control al instante sobre estas medidas cautelares, según explicaron ayer especialistas en cuestiones jurídicas.

En muchos casos, los juzgados aún reciben por fax algunas actas de comparecencia. Si nadie se preocupa de llevar un control de ese trámite, especialmente en los casos de mayor gravedad, la situación puede derivar en casos como el de Jorge Dorribo. En Lugo hay antecedentes de la fuga de proxenetas condenados a 34 años de cárcel que, cuando los llamaron para comunicarles la sentencia, ya se habían esfumado. Desde el año 2004 no se supo más de ellos.

En el caso del empresario de Nupel se dio la circunstancia de que el Juzgado de Instrucción número 3, que se ocupa de la operación Campeón, estuvo atendido algún tiempo por una jueza sustituta.

Nuevas diligencias

Ahora, según el TSXG, el juzgado deducirá testimonio a Dorribo para determinar si incurrió en un nuevo delito, el de quebrantamiento de medida cautelar que daría lugar a unas nuevas diligencias al margen de las de la operación Campeón. Esta causa ya está prácticamente cerrada, a la espera de la resolución de diversos recursos presentados por algunos abogados con relación al auto final de la jueza. Esta operación que capitaneó Dorribo acabó finalmente con 13 imputados.