Cambre desconoce al supuesto autor de la muerte del niño de la chilaba en Oviedo

La Voz CAMBRE / LA VOZ

GALICIA

«No creemos que tenga raíces en el pueblo», avisa el alcalde

09 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el Instituto Galego de Estadística que en Cambre viven 679 personas que tienen como primer apellido Fernández. El mismo que David, el hombre al que el Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo busca como supuesto autor material de la muerte de un niño de dos años de edad en la capital asturiana ocurrido hace nueve días.

El DNI sitúa a David como oriundo del municipio. Pero sus paisanos no saben nada de él. «Yo me enteré hoy por la mañana de que podía ser de Cambre, pero no hemos encontrado nada. No creemos que tenga raíces en el pueblo», afirma el alcalde, Manuel Rivas Caridad, cuestionado sobre el operativo de búsqueda.

La misma sorpresa ocurre con los vecinos de este municipio de la periferia coruñesa con más de 30.000 habitantes, muchos de ellos captados en los tres últimos lustros.

A David no le resultaba difícil pasar desapercibido. Eso dicen al menos las crónicas de su estancia en Oviedo. Allí, apenas trabó amistad con una pareja vecina y tampoco se dejaba ver mucho por el barrio de Vallobín, en el que residía con su pareja, Fátima C., y donde ocurrió el trágico suceso conocido como el asesinato del niño de la chilaba.

La pareja se encuentra desaparecida desde el pasado lunes. Y los investigadores quieren evitar a toda costa que puedan salir de España, pero no saben adónde puede haberse dirigido David, del que apenas ha trascendido una foto en blanco y negro y una descripción poco exhaustiva: media altura, un poco pasado de peso, pelo corto y una estrella de David tatuada en el cuello, además de un largo historial delictivo en el que hay antecedentes de un robo con violencia e intimidación, un hurto y algunos episodios de malos tratos en el ámbito familiar.

Las fuerzas de seguridad de la comarca coruñesa no aportan datos. El aviso de la búsqueda de la pareja sospechosa se ha girado a todas las comisarías y puestos de guardia, pero nadie aporta datos. «Estamos atentos a todo lo que pueda ocurrir», se limitan a decir.