Siete parroquias se unen a Conforto y rechazan al cura en una manifestación

Inmaculada Eiroá González
inma eiroá A PONTENOVA / LA VOZ

GALICIA

Un centenar de vecinos participaron en la concentración.
Un centenar de vecinos participaron en la concentración. gavino< / span>

«Dende que chegou impuxo as súas maneiras, cambiou as costumes de toda a vida», critican los feligreses

27 oct 2014 . Actualizado a las 18:31 h.

Los feligreses siguen en pie de guerra contra el cura en el municipio de A Pontenova. Un centenar de personas de las parroquias de Vilaboa, Conforto, Vilaoudriz, Xudán, A Pontenova, San Pedro de Bogo, Vilarmide y Vilameá se concentraron ayer en el atrio de esta última parroquia para demandar el cese del párroco, tal como habían solicitado hace tiempo en un escrito remitido al obispado junto con la asociación vecinal de Conforto.

Estaban ya concentrados antes de las diez de la mañana, provistos de varias pancartas, explicando que ayer tocaba misa. Pero ni se hizo misa ni se abrió la iglesia: «Podemos entender que o cura se sinta ofendido e non queira misar, pero a igrexa tense que abrir para que toda a xente que queira rezar, facer algún voto ou dar unha limosna, poida ir», afirman.

«Impuxo as súas maneiras»

El rosario de quejas de los vecinos es amplio. «Dende que chegou [o cura] impuxo as súas maneiras, cambiou as costumes de toda a vida», asegura la portavoz vecinal, explicando que, además, tienen otra cuestión pendiente, relativa a las procesiones: «Aquí o patrón é San Vicente e na súa imaxe ten un corvo que sempre saeu na procesión e dende que chegou este cura privou que o corvo saíra e ordenou quitalo dando como argumento que os santos non podían ter animais». Consideran que la explicación no tiene lógica: «San Roque ten cadelo», apostillan.

Descontento

Y después está el descontento con el día a día. No están conformes con que no se celebre misa todos los domingos (solo la tienen el segundo y el cuarto domingo del mes), ni con que no se oficiara por Navidades y en Semana Santa o que no acompañe a los difuntos desde el tanatorio a la iglesia. Tampoco gustó que suprimiera rezar el rosario en el tanatorio, ni que adelantara la misa a las diez, una hora que consideran demasiado temprana para que la gente mayor pueda ir a la iglesia.

El obispado, con el que ayer intentó contactar este periódico, ya había advertido a través de un escrito que «si en alguna de las parroquias persisten actos de coacción y manifestaciones ofensivas al párroco, antes, durante o después de la celebración de la misa, que son contrarias al espíritu de comunión y fraternidad que corresponde a esta acción litúrgica, se suspenderán los actos de culto, excepto la celebración de exequias, mientras no se cambie de actitud».