Miguel Rosendo y sus «bastones» femeninos

alejandro martínez OIA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Miguel Rosendo, durante uno de sus encuentros con los fieles de su comunidad
Miguel Rosendo, durante uno de sus encuentros con los fieles de su comunidad

El líder de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel tenía una relación peculiar con las mujeres de su grupo

26 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El líder de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, Miguel Rosendo, recientemente apartado por la Iglesia por presunta conducta inmoral, tenía una relación singular con las mujeres de su agrupación. A las más cercanas las denominaba «bastones», de acuerdo con la investigación realizada por un investigador privado a instancias de un antiguo miembro de la asociación.

Estos «bastones» siempre eran mujeres jóvenes de la orden, cuyo cometido, según los testimonios obtenidos, consistía en ser sus secretarias acompañantes e incluso dormían a su lado. Le acompañaban a todas partes porque Miguel Rosendo siempre decía que tenían que estar pegadas a él constantemente para dar testimonio de su vida. Dos religiosas jóvenes supuestamente vivían con él durante las 24 horas del día. «Tenían que escribir sus memorias para el día de mañana, este acompañamiento era todo el día y, en ocasiones, de noche», afirma uno de los participantes en la investigación. La elección de los «bastones» era directa y exclusiva del líder de la asociación. Al respecto de una posible relación íntima entre Miguel Rosendo y sus «bastones», los testimonios obtenidos por el investigador privado son indirectos. Algunos de ellos tienen su origen en manifestaciones verbales de una de dichas «bastones» a sus propios padres.

Según los testimonios, el despacho del líder del grupo se comunica a través de una puerta sin llave con la habitación donde dormían dos bastones. Pegada a dicha habitación había otra estancia donde dormían las aspirantes a religiosas y, separada por una puerta de hierro había otra donde dormían los aspirantes a religiosos. «Nos parecía un poco raro que él teniendo una casa bien grande en la que está toda su familia no subiera más que a comer y cenar, puesto que dormía en su despacho, en el que hay su sofá cama», recogen.

En ocasiones muy frecuentes, tanto a la hora de la siesta como a la noche solía hacer entrar a su despacho a algunas de las monjas y a otras que no lo eran para hacer lo que él llamaba trabajos de limpieza espiritual. «Para los hombres esta limpieza consistía en dormir una noche en una habitación de dicho jardín, por lo cual nosotros entendíamos que era igual para las mujeres, lo que nos extrañaba era que las mujeres iban a su despacho y los hombres no», señalan antiguos miembros de la asociación al investigador privado.

«En ese momento, no sospechábamos nada malo, porque pensábamos que era una persona elegida por Dios», manifiesta un antiguo integrante de la comunidad.

«Habiéndome enterado de posibles abusos que mis hijas pudieron haber sufrido, se lo pregunto a mi hija, que termina por confirmar la peor de las sospechas», declaró un padre al investigador.

Las similitudes de la agrupación con las características de unas secta destructiva fue lo que impulsó al Obispado de la Diócesis de Tui-Vigo a destituir a Miguel Rosendo de la asociación pública de fieles. Una vez que perdieron la confianza en él, hizo las maletas con algunos seguidores y se instaló en la sierra madrileña donde fundó el grupo La voz de Serviam.

Mientras tanto, la mansión que fue creando con el tiempo en la parroquia de Mougás permanece desierta. Se trata de un recinto certificado con un torreón que asoma al océano Atlántico, que cuenta con dos grandes edificaciones, una de ellas la vivienda familiar y la otra en la que se distribuyen habitaciones donde llegaron a residir una veintena de miembros comprometidos de la comunidad.

Una de la partes del complejo que más llaman la atención fue la piscina climatizada que instaló dentro del recinto, una de las pocas atracciones que tenían los jóvenes que llegaron hasta esta comunidad, después de haber dejado a sus familiares, trabajos, estudios y vida social.