Vecinos de Angrois replican al ADIF con su propia propaganda

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Isidoro Castaño

Los habitantes del lugar del siniestro, indignados por el «engaño» que supone negar que la línea es de alta velocidad

24 oct 2014 . Actualizado a las 12:18 h.

La decisión del ADIF de excluir la línea Santiago-Ourense de su empresa encargada de la alta velocidad ha provocado desconcierto entre los vecinos de Angrois, testigos y protagonistas del accidente que terminó, al lado de sus casas, con la vida de 79 personas, más dos fallecimientos posteriores pendientes de ser reconocidos por los forenses. Ayer se pudieron en contacto con este periódico para aportar una serie de fotografías de carteles que el ADIF o las empresas constructoras colocaron en el entorno de Angrois para anunciar en su momento que las obras que se desarrollaban en la zona eran de una línea de alta velocidad. Los carteles, colocados en su mayoría cuando se iniciaron las obras, hacen referencia a la «línea de alta velocidad Santiago-Ourense» o al «corredor norte-noroeste de alta velocidad», textos acompañados de lemas propagandísticos como «Unimos destinos» o «En marcha». Aseguran que hay decenas de estos anuncios en todo el recorrido, que no se retiraron a pesar de que la línea entró en servicio en diciembre del 2011.

«No se puede mentir más descaradamente», asegura Isidoro Castaño sobre la decisión del ADIF de excluir la línea que pasa por Angrois del mapa que refleja los progresos de la alta velocidad en España. «Son intereses económicos. Lo que quieren hacer ver al resto del mundo es que nunca ha habido un accidente en un tramo de la red española de AVE», añade, y recuerda que en concursos internacionales como el de Brasil existían cláusulas que eliminaban de la carrera por el contrato a aquellos administradores ferroviarios que hubieran tenido un accidente en la red de alta velocidad en los últimos cinco años.

Isidoro Castaño incide en el intento de «modificar el pasado» que subyace a la iniciativa tras la segregación del ADIF en dos empresas. «Nosotros estábamos aquí y vimos como el entonces ministro José Blanco inauguraba, en sus propias palabras, una línea de alta velocidad», afirma.

Castaño aporta incluso un enlace de Internet en el que el ADIF asegura que la línea Santiago-Ourense cuenta con ERTMS -el sistema que monitoriza en todo momento la conducción- en sus 87 kilómetros, cuando en realidad, a partir del 80, antes de la curva de Angrois, no estaba instalado el día del accidente. Si los trenes superan el límite de velocidad a 80 por hora son frenados por balizas ASFA colocadas después del descarrilamiento por recomendación de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF). A día de hoy este tramo sigue sin ERTMS.