Feijoo dice no tener constancia «directa nin indirecta» de que el PP recibiera pagos de Crespo

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El presidente de la Xunta advierte de que en su Gobierno no tendrá cabida quien haya cometido una irregularidad, «sexa quen sexa»

23 oct 2014 . Actualizado a las 21:52 h.

El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, se esforzó este jueves en levantar muros de contención ante el presunto fraude de los cursos de formación, el llamado caso Zeta, y puso de relieve que su Gobierno hizo lo que tenía que hacer para esclarecer el asunto, que fue «remitir á Fiscalía» lo que había descubierto, a la vez que dijo no tener constancia «nin directa nin indirecta» de que el PP recibiera donativos del empresario Gerardo Crespo.

En el sumario del caso Zeta figura que Crespo, propietario de Azetanet, la empresa que dedicada a organizar cursos de formación con fondos públicos, hizo regalos a varios cargos de la Xunta y pagos al PP. Concretamente, se habla de uno de 2.000 euros, con fecha del 4 de abril del 2011, semanas antes de las elecciones municipales, y de otro de 15.000 euros, con fecha del 7 noviembre, en vísperas de las elecciones generales.

«Non teño constancia nin directa nin indirecta», dijo Feijoo en la rueda de prensa posterior al Consello, de que esto fuera así. Y añadió que ese asunto «xa foi explicado polos responsables do partido» en la provincia de A Coruña, que también dijeron desconocer la existencia de los donativos.

Ahora bien, el dirigente popular quiso dejar claro que no protegerá a nadie que pueda verse salpicado por este asunto, «sexa quen sexa», repitió varias veces. «Cando hai algúns cobros» que salen a la luz, tanto «no anterior Gobierno bipartito como no actual», dijo Feijoo, lo que toca es dar explicaciones. Y dicho eso advirtió: «Na Xunta non teñen cabida os cargos, xa sexan altos, baixos ou medianos, se entendemos que hai unha irregularidade».

Respecto a las implicaciones que este asunto puede tener para la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, el presidente salió claramente en su defensa. Relató que la conselleira detectó, a finales del año 2011, «determinadas sospeitas» sobre los cursos que se venían organizando y que que puso en conocimiento de él mismo.«A conselleira de Traballo non fai máis que cumprir co seu traballo, que é investigar», subrayó, tras lo cual se remitió el contenido de la investigación a la Fiscalía para que actúe en consecuencia.