Un clásico de Ferrol por un euro

Noelia Silvosa
noelia silvosa FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Uno de los propietarios del emblemático café Cervantes alquila el céntrico local de 171 metros cuadrados a tan simbólico precio durante el primer año

23 oct 2014 . Actualizado a las 11:07 h.

Calle Dolores, centro de Ferrol. Uno pasea distraído y levanta la vista. De pronto, un cartel: Se alquila local comercial. Le ofrecemos 170 metros cuadrados por 1 euro al mes el primer año. Y el despiste se va de golpe. Lo mejor llega tras marcar el número de teléfono que aparece en el anuncio. «No tiene ningún truco», advierte Jaime Tizón desde el otro lado del teléfono. Ni más ni menos que uno de los dos propietarios del emblemático café Cervantes. Y tiene razón, no hay trampa ni cartón.

Aunque si deja a tan simbólico precio la renta mensual para el emprendedor que se decida a coger el local, es debido a la importancia de la obra que requiere su ocupación. «Se trata de que la persona que venga gaste en la obra el dinero que se gastaría en el alquiler durante el primer año, porque hay que reforzar vigas e incluso el techo», explica Tizón, que no obstante ha pensado en todo.

Renta negociable

«El segundo año lo dejaría a un precio asequible, sería cuestión de hablarlo. Pero serían menos de 1.000 euros por el bajo», se aventura a calcular el veterano hostelero. Hace nueve años que el café Cervantes cerró sus puertas tras la friolera de 75 años abierto. Casi una década en la que el inmueble no ha vuelto a tener actividad, lo que impulsa el empeño de Tizón.

«Solo quiero dar facilidades. Ferrol está viviendo una crisis profunda, y cuando se abre un negocio la zona siempre respira un poco, le da vida», explica el dueño del local, que confiesa que la idea no ha sido suya.

«Se le ocurrió a un hijo mío, que me dijo ?mira, por lo menos con esto das que hablar?. ¡Y vaya si acertó!», exclama el arrendatario. Las llamadas aumentan en la misma medida en que el cartel se va popularizando. Cada vez son más crecientes, y no solo de interesados ferrolanos. Tizón asegura que ya le han llamado para preguntarle por la oferta desde otras ciudades como Jaén, Madrid o A Coruña.

«Me dicen que cuando se pasen por aquí van a venir a verlo», indica. Pero de momento, de trato nada. No se ha cerrado ningún compromiso, a pesar de la expectación que está levantando este peculiar alquiler.

Una obra de envergadura

Cuenta el hostelero que la pregunta más común por parte de los interesados se centra en si hay que hacer una obra muy grande, y la respuesta siempre es la misma. «Yo les digo que sí, pero que para eso se cobra un alquiler tan simbólico», repite Tizón, que mantiene que «todavía tengo fuerzas para echar una mano a quien sea». Sin embargo, el hostelero tiene meridianamente claro que no volvería a trabajar en el mismo local si este retornase a su funcionamiento de antaño.

«Yo he trabajado 55 años pero han sido dobles, con jornadas de 12 horas o más. No estoy para volver a aguantar tantas horas. Además lo que me gustaría es que monten un negocio, pero no tiene por qué ser de hostelería. Algo que interese», esgrime.