El nuevo ente coordinador de Fomento para los aeropuertos tampoco despega

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El mapa de vuelos sigue pendiente 17 meses después de la primera reunión

22 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los mismos localismos que tumbaron el intento de José Blanco de coordinar los aeropuertos gallegos están bloqueando el despegue del comité creado por Ana Pastor para impulsar un mapa de vuelos que favorezca el crecimiento de las tres terminales y neutralice la competencia feroz de Oporto. Ese compromiso asumido hace casi 17 meses por Fomento en una primera reunión con los alcaldes de las tres ciudades y la Xunta sigue siendo una quimera. El balance del nuevo órgano se limita a un par de borradores sin propuestas concretas que solo ha servido para constatar la escasa voluntad de acuerdo de los regidores de Vigo, A Coruña y Santiago. Desde la última reunión, en marzo pasado, no consta avance alguno, ni tampoco hay convocada otra.

Las tomas de contacto que precedieron a la constitución oficial del comité, en esa cita de marzo, ya destaparon que el principal escollo en el camino hacia una coordinación imprescindible entre tres terminales separadas por 155 kilómetros sería de nuevo las disputas de los ayuntamientos. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, que insiste en denunciar un «acoso» al aeropuerto de su ciudad y un trato de favor de la Xunta a Santiago y A Coruña, ha pedido también que el Gobierno de Lisboa suprima las ayudas a Oporto, algo que excede las competencias del órgano.

Aena ha apostado desde el primer momento por la estrategia de especializar Lavacolla para los vuelos internacionales y potenciar las conexiones con Madrid y Barcelona desde Alvedro y Peinador. Los técnicos se apoyan en la condición de Santiago como principal puerta de entrada del turismo a Galicia. Esto ya tiene reflejo en el mapa de vuelos actual. De las 16 conexiones exteriores que están operativas durante esta temporada de verano, 13 corresponden a Lavacolla. En el caso de A Coruña y Vigo, la decisión de impulsar las rutas nacionales parte de la mayor demanda asociada al tráfico de negocios. De hecho, Alvedro ya ha arrebatado a Lavacolla su liderazgo en los vuelos a Madrid.

El entonces secretario de Estado de Infraestructuras, ahora nuevo ministro de Justicia, Rafael Catalá, presentó hace más de 13 meses esa estrategia de coordinación, con la previsión de elevar el tráfico de los tres aeropuertos en 2,4 millones de viajeros al año. Esta expectativa evoca la que el Gobierno Aznar lanzó en el 2001, cuando auguró que el plan de infraestructuras para mejorar la capacidad de las terminales les permitiría pasar de los 5 millones de usuarios en el 2007. Aquel año alcanzaron su techo histórico (4,7 millones), pero ahora están un millón por debajo de esas cifras.

Aquella reunión sentó las bases para el borrador que Fomento lanzó en marzo, cuando además de un mapa de rutas en el que se limitó a recoger las propuestas de las ciudades anunció incentivos para aparcamientos y tarifas, a través de las bonificaciones de tasas para nuevas rutas. A la espera de materializar estos compromisos, el Gobierno de Feijoo mantiene un segundo plano para evitar el desgaste político que le ocasionó la experiencia anterior.