La familia de la vecina de Narón espera el resultado de la autopsia judicial para saber por qué falleció al día siguiente de ser dada de alta
22 oct 2014 . Actualizado a las 10:42 h.El Complexo Hospitalario Arquitecto Marcide, de Ferrol, ha abierto un proceso de «revisión» interna -que no investigación, según han precisado desde el Área Sanitaria- de todos los pasos dados y el procedimiento seguido con la paciente de 39 años que dio a luz el pasado 11 de octubre, mediante una cesárea, y falleció en su casa de la parroquia de Doso, en Narón, una semana después, al día siguiente de ser dada de alta, según las fuentes consultadas por este periódico.
El Área Sanitaria insiste en que se trata de una revisión «ordinaria», emprendida de oficio, de cuyo resultado informarán «a las personas o entidades que corresponda, siguiendo los cauces oportunos». Y brinda toda su colaboración con la investigación abierta sobre el deceso, a través de la autopsia judicial practicada, o con cualquier otra línea que se pudiera incoar en el futuro.
La familia de la vecina de Narón enterrada el lunes por la tarde espera a conocer el resultado de la autopsia judicial (también denominada médico legal) para conocer las causas que provocaron el fallecimiento. La autopsia judicial, distinta de la clínica (en la parte técnica y en los fines), se efectúa para contribuir a la investigación «de los procedimientos incoados a consecuencia de muertes en las que se reclame una responsabilidad sanitaria», entre otros muchos supuestos, como la muerte violenta o sospechosa de criminalidad.
Al parecer, la mujer, que tenía otra hija de dos años y medio, falleció de manera fulminante después de sufrir problemas respiratorios. Unos familiares han asegurado que el embarazo había discurrido con total normalidad y que no había padecido ninguna enfermedad grave. Ahora quieren saber si la muerte se debió a una complicación producida como consecuencia del parto -que se desarrolló sin problemas, según han apuntado diversas fuentes- o a alguna patología previa que pudiera desconocer.
Las mismas fuentes indican que esta mujer abandonó el hospital ferrolano el viernes, cuando le había bajado la fiebre y su estado era «normal». Le recomendaron los controles habituales tras una cesárea, como la toma de tensión periódica, en el centro de salud, o la administración de Clexane, una profilaxis para prevenir la formación de trombos que se suele prescribir a los pacientes quirúrgicos.
El Área Sanitaria de Ferrol y el Sergas han reiterado su negativa a facilitar cualquier información sobre el historial clínico de la paciente, como establece la Ley de Protección de Datos, salvo a la familia u otra entidad autorizada.
Tres días antes de fallecer esta vecina de Narón pereció, en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), una joven de 19 años de etnia gitana, que había dado a luz, en un parto natural, algunas semanas atrás en el Arquitecto Marcide y había sido trasladada al Chuac por las complicaciones surgidas tras el alumbramiento.
La coincidencia temporal de los dos decesos -de antemano no guarda relación ningún otro elemento; no coincidieron en el centro y un parto fue natural y el otro por cesárea- ha generado cierta alarma entre la población.