El PSOE marca distancias y habla de «lexislatura esgotada», y el BNG lamenta la «oportunidade perdida»
11 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.En la resaca del debate sobre el estado de la autonomía, celebrado entre el martes y el jueves, el presidente de la Xunta cargó ayer contra AGE por haberse quedado solo en el hemiciclo votando en contra de condenar el terrorismo. «Os veciños de Baralla que espertaron cunha bomba na sede local da democracia, que é o seu Concello, estarán perplexos, como a inmensa maioría da poboación, por que aínda a día de hoxe haxa un grupo político, un de carácter estatal, Izquierda Unida, e outro de carácter máis local, Anova, que considere que eses actos non son reprobables», sentenció Alberto Núñez Feijoo, a preguntas de la prensa, en la comparecencia tras la reunión semanal de su Gabinete.
En su lectura de lo ocurrido en la Cámara esta semana, el jefe del Ejecutivo autónomo destacó también el tono de las intervenciones, «con carácter xeral respectuoso», y las 56 resoluciones aprobadas, «que o Goberno asume o compromiso de cumprir», apostilló. Extrajo una cuarta conclusión: «Queda claro que en Galicia hai un Goberno estable, hai oposición, pero non hai unha alternativa de goberno».
Por si no había quedado claro en el debate, el PSdeG quiso enfatizar ayer que el pacto de mínimos alcanzado con el PP no supondrá un cambio de registro en el distanciamiento entre los dos partidos mayoritarios. «Falta diálogo, e iso é responsabilidade de quen goberna», lamentó ayer el portavoz parlamentario de los socialistas. En su valoración del debate, José Luis Méndez Romeu criticó una «falta de propostas do presidente» que relacionó con una etapa de «irrelevancia do Goberno da Xunta», de la que puso como ejemplo la ligereza de los acuerdos del Consello que el PSdeG ha cuestionado en otras ocasiones. En opinión del exconselleiro son síntomas de «unha lexislatura esgotada», a pesar de que todavía se encamina a su ecuador. Méndez, que habló del debate en términos de «grande decepción», objetó que el único punto que el PP aceptó de la propuesta socialista sobre corrupción es el refuerzo del Consello de Contas para que asuma funciones en esa materia. Pero advirtió que para realizar esa tarea primero habrá que debatir la composición del fiscalizador, en el que criticó la presencia de exconselleiros e incluso de un ex secretario general del PPdeG, en alusión a Jesús Palmou.
También el BNG ratificó su pesar por un debate que considera una «oportunidade perdida». Su líder, Xavier Vence, tachó de «recital de declaracións de incompetencia» unas intervenciones de Feijoo en las que el nacionalista echó en falta «compromisos claros e medibles».