El hotel de los 4,6 millones, vacío

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

GALICIA

ROI FERNANDEZ

El 5 estrellas de Sober, sin actividad desde marzo, recibió subvenciones millonarias

09 oct 2014 . Actualizado a las 13:13 h.

El Palacio de Sober lleva casi medio año cerrado y nadie se atreve a decir si volverá a abrir. Este hotel de cinco estrellas fue inaugurado en el 2010, después de que la empresa promotora recibiese 4,6 millones de euros en diferentes tipos de ayudas públicas tramitadas por la Xunta a través del Igape. Cuatro años después, casi todos los trabajadores están despedidos y la empresa ha entrado en preconcurso de acreedores. El PSOE quiere que la Xunta dé explicaciones en el Parlamento y recuerda que en la inauguración del hotel participó el propio presidente Feijoo.

El primer cinco estrellas de la provincia de Lugo fue construido sobre las ruinas del palacio medieval de Sober. Los restos y el terreno en el que estaban fueron comprados en el 2007 por el grupo empresarial madrileño Alvaher 98, que hasta aquel momento se había dedicado fundamentalmente a la venta de carne.

Dos años después, la Xunta concedió tres ayudas distintas a este proyecto. La más cuantiosa consistía en un préstamo de 3.312.000 euros tramitado ante el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Las otras dos eran subvenciones del Igape a fondo perdido, de 887.619 y 418.983 euros.

Puestos de trabajo y actividad

El Igape no detalló ayer a qué se comprometió la empresa cuando cobró estas ayudas. Sus portavoces solo apuntan que «as subvencións están vinculadas ao mantemento da actividade» y que «como sempre, a Xunta esixirá o estrito cumprimento das obrigas contraídas». Otras fuentes apuntan que la concesión del crédito del BEI obligaba a Alvaher 98 a mantener en el hotel una media de 34 puestos de trabajo durante dos años. En cuanto a las subvenciones a fondo perdido, estarían condicionadas a que la actividad se mantuviese al menos cinco años. En el Igape justifican la concesión de las ayudas en el convencimiento de la Xunta de que el proyecto era viable.

La primera condición se cumplió. Los retrasos en el pago a proveedores empezaron pronto y los trabajadores no siempre cobraban puntualmente, pero la plantilla de este hotel de lujo de treinta habitaciones se mantuvo en todo momento con entre treinta y cuarenta personas. En cuanto a la segunda, el establecimiento no recibe clientes desde el pasado mes de marzo, pero conserva a entre tres y cuatro empleados encargados solo de tareas de mantenimiento.