Los directores de colegios con sobresueldos alegan que eran donaciones de padres

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

Cobraban las cantidades con la excusa de que esas gratificaciones eran necesarias para poner en marcha el comedor escolar, de gestión directa, y para compensar la falta de retribución de los docentes

03 oct 2014 . Actualizado a las 19:07 h.

El juzgado de lo Contencioso número 1 de Vigo celebró ayer tres juicios impulsados por los recursos del director del colegio de Chans-Bembrive, F. T. G., y las responsables de los centros de Sárdoma, I. S. V., y A Paz-Tintureira, M. I. M. R., que fueron sancionados por la Xunta por cobrar sobresueldos a los padres de los alumnos con la excusa de que esas gratificaciones eran necesarias para poner en marcha el comedor escolar, de gestión directa, y para compensar la falta de retribución de los docentes.

Los tres directores recurrieron contra la sanción que les impuso la Consellería de Educación, de entre uno y dos meses de suspensión de empleo y sueldo y la devolución de las cantidades cobradas de más. La Xunta, tras una denuncia de UGT, descubrió irregularidades en siete centros escolares de Vigo que habían creado dos cuentas bancarias por cada colegio, una oficial y otra para el comedor y las donaciones, aunque la Xunta solo autoriza una. «Dichas cantidades deben ser conocidas por la Administración y no deben ser recibidas por un funcionario», dijo la abogada de la Xunta.

Un exdirector del colegio público de Chans, que se jubiló hace cuatro años, antes de que estallase el escándalo, declaró ayer en el juicio, en calidad de testigo, que los padres pagaban las cuotas voluntariamente para compensar a los profesores su rebaja del complemento salarial de comedor y que «ningún niño se quedó sin comer» aunque sus progenitores no pagasen. Otro testigo confirmó que una familia no pudo pagar y el hijo fue gratis todo el curso. Pagaban en talones y cheques, para que figurase en las cuentas bancarias del centro, y alguna directora incluso declaró sus ingresos extra a Hacienda. Para la Xunta, que un docente ignore que cometía una ilegalidad no le exime de cumplir la ley.

La defensa de los directores se basan en una reunión en Santiago en el 2007 con el director xeral donde abordaron al modificación del decreto de comedores. La Xunta sostiene que ellos «malinterpretaron» la respuesta del alto cargo.

La defensa de los sancionados alega que las gratificaciones de los padres para compensar a los profesores fueron aprobadas por los consejos escolares. «Cobrar 300 euros más al mes no se puede hacer» y tampoco lo pueden aprobar los consejos, replicó la Xunta.

En el colegio de Chans, el comedor atendía a 240 escolares y, según el director, pudo seguir abierto porque con las donaciones de los padres mejoraron la calidad del menú y, a veces, llamaban a una empresa de cátering para contratar 230 platos de macarrones «en vez de darles bocadillos». Con las ayudas contrataron a una empresa de cuidadoras porque no tenían suficientes voluntarios para vigilar a los más pequeños. La solución era compensar el complemento que cobraban los profesores que hacían guardia dos horas en la comida porque los 12 euros por día que pagaba la Xunta eran insuficientes para motivarles al salir de clase.