El PSOE y el PP de Vigo unen sus votos para proteger del derribo la cruz franquista

J. F. VIGO / LA VOZ

GALICIA

Caballero defiende el mantenimiento de un monumento que considera democrático

30 sep 2014 . Actualizado a las 08:34 h.

Casi como con conocidos políticos de otros lares, Abel Caballero juega al gato y al ratón con los ciudadanos y con los opositores a la cruz de O Castro mediante el anunciado recurso contra la sentencia que estableció en primera instancia su demolición por tratarse de un monumento franquista. El alcalde de Vigo dejó claro desde el primer día que presentaría recurso, lo que ha provocado una sonora polémica que ayer se reprodujo en el pleno municipal con el debate de una moción del BNG sobre este asunto.

El plazo de quince días hábiles legalmente establecido para recurrir concluyó el pasado viernes, pero ese día no se presentó ante el juzgado de lo contencioso administrativo número 2. Tampoco ayer, considerado el día de gracia que se concede habitualmente en estos casos: poco antes del mediodía la situación seguía siendo la misma. Y ante el pleno, Caballero defendió el mantenimiento de una cruz que considera democrática sin hacer mención alguna al procedimiento judicial en curso.

En el pleno de ayer, el PSOE sumó sus votos al PP para rechazar una moción del BNG que pedía que no se recurriera la sentencia. Esta decisión provocó la indignación de varios de los asistentes, que reiteradamente calificaron a Caballero y a los concejales socialistas de «falangistas».

Lo que pretende el regidor vigués es dilatar la resolución del proceso en la confianza de que el TSXG enmiende la planta al juzgado contencioso administrativo número 2 de Vigo, que consideró de manera taxativa que la ley de la memoria histórica obliga a eliminar la simbología de la dictadura como considera esta cruz franquista. El fallo fue consecuencia de una demanda de la Asociación Viguesa da Memoria Histórica do 36, que previamente había solicitado su retirada al alcalde sin éxito alguno.