Luis Cebrián Carbonell: «Solo con nuestra presencia se ha producido un efecto de disuasión»

m. s. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Esta semana se desactivó la operación Centinela Gallego, en la que participan 450 militares

22 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta misma semana se desactivaba la operación Centinela Gallego, en la que participaron 450 militares que recorrieron desde el 15 de julio más de 700.000 kilómetros por los montes gallegos y realizaron más de un centenar de avisos sobre incendios, quemas de rastrojos o presencia de personas o material sospechoso. Su máximo responsable es el general de brigada Luis Cebrián.

-¿En qué consiste la operación?

-Consiste en el despliegue de un gran número de patrullas reducidas, de dos hombres, en vehículos, por una serie de distritos forestales que determinan previamente el Ministerio de Defensa y la Xunta de Galicia. Todas esas patrullas hacen una tarea de presencia y vigilancia con dos finalidades. La primera es, con la sola presencia, disuadir, y aunque no estemos autorizados, porque no estamos ejerciendo como agentes del orden, sí que inhibe a los posibles pirómanos y, en cualquier caso, si sorprendemos a algún pirómano o a algún delincuente en delito flagrante, ateniéndonos a la legislación española, lo detenemos e informamos a la policía o a la guardia civil para que proceda a su detención. Solo con esa presencia se ha producido un efecto de disuasión. En segundo lugar, la vigilancia. Con el continuo patrullar, la ocupación de observatorios de gran visibilidad, detectamos prematuramente los posibles incendios, y alertamos a las cuadrillas. Con ello se logra en muchos casos que los equipos de extinción actúen con gran rapidez y se aborta que los incendios puedan crecer.

-¿En algún caso participan en la extinción?

-En principio no tenemos medios suficientes para participar en la extinción. Sí hay desplegada en la base General Morillo (Figueirido, Pontevedra) un equipo de la Unidad Militar de Emergencias que contribuiría en la extinción en caso necesario. Obviamente, si hay un pequeño conato y la patrulla tiene medios, no se limita a llamar por teléfono, pero tengamos en cuenta que son patrullas de dos hombres con una capacidad muy limitada.

-¿Perciben que su labor es valorada por los ciudadanos?

-Yo me baso fundamentalmente en la opinión que percibo en los alcaldes de los pueblos en los que se encuentran los distritos forestales en los que trabajamos, y también en la Xunta. La opinión de los alcaldes es muy favorable, reconocen ese aspecto disuasorio. La realidad es que hay un efecto computable, y es que el número de incendios que se producen durante la operación Centinela Gallego es muy inferior a los que se producen a partir de su finalización.

-Este tipo de operaciones, ¿se enmarcan dentro de una política de hacer que el Ejército sea útil y se acerque a los ciudadanos?

-Yo creo que el Ejército es útil a los ciudadanos por muchísimas razones, y quizá esta sea una muy pequeña. Es cierto que el ciudadano de a pie ve con más inmediatez que el Ejército está sirviendo a sus intereses o a sus preocupaciones y, en este sentido, las patrullas son muy bien acogidas en las localidades en las que se despliegan. Creo que, sin ser esa la finalidad de la operación, es un efecto secundario que yo creo que es favorable.

-¿Hay planes para ampliar este tipo de operativos?

-Con respecto a la operación Centinela Gallego, la previsión es mantenerla en el futuro en los mismos niveles en los que se está manteniendo.