Perros de caza abandonados abarrotan las protectoras de animales

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

JOSE MANUEL CASAL

La mitad de los canes recogidos pertenecen a razas aptas para batidas

22 sep 2014 . Actualizado a las 12:36 h.

Basta con darse una vuelta por las protectoras de animales de Galicia para comprobar que al menos la mitad de los perros abandonados que llegan a sus instalaciones se corresponden, según sus cálculos, con razas apropiadas para la caza, como sabueso, grifón, beagle, drahthaar, setter inglés...

En muchos casos se trata de ejemplares mestizos, «porque casi todas las hembras que se recuperan en el monte vienen preñadas de otros perros abandonados, y sus cachorros, mezclados, ya nacen aquí», confirma Araceli, responsable de la Protectora de Animales de Carballo, donde «en torno al 70 % de los 250 perros que tenemos -dice- son de razas de caza», o sus hijos mestizos. Cuando la visitamos en las instalaciones de la asociación, viene de esterilizar a tres de esos machos en la clínica veterinaria.

La mayoría de estos sabuesos y grifones son «perros jóvenes, de un año y medio o dos. Se ve que sus amos los prueban, resulta que no son buenos en su labor y los abandonan en el monte». Araceli no responsabiliza a todos los cazadores, «porque los hay muy responsables», pero es evidente, dice «que son perros para caza que aparecen abandonados en el monte y de algún lado tienen que salir». La mayoría carecen además «del microchip» al que obliga la ley autonómica.

Al frente de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Lugo está Javier García Calleja, que observa el mismo problema: «Nos llegan muchos perros de caza coincidiendo con el principio y el final de la temporada, y no pongo en duda que hay cazadores buenos, pero también los hay malísimos, que abandonan presuntamente a los animales». Pointer y grifón son razas habituales en la protectora. «Aquí tenemos una colección fabulosa de perros de caza, se supone que de escopeteros que trapichean perros con amigos, los prueban, no les sirven y los dejan en el monte. Los buenos cazadores se han gastado mucho dinero en sus perros y los cuidan bien -agrega-, pero no todos lo son».

Microchips fantasmas

En la Protectora de Animales de Ourense puede haber «unos doscientos perros de este tipo», calcula David, uno de los trabajadores. Dar en adopción estos animales no es sencillo, porque no todo el mundo tiene interés en ellos. «Por aquí vienen a diario cazadores interesados en quedárselos, pero no se los damos por temor a que puedan abandonarlos de nuevo. Seguro que muchos tienen buena intención, pero cómo saberlo».

Araceli, de la Protectora de Carballo, asegura que se le parte «el alma» al ver cómo llegan estos perros. «Hemos tenido uno que sacaron dos veces de un pozo», lamenta antes de llamar la atención sobre algo que observa últimamente, la proliferación del «microchip fantasma». Según ella, algunos animales los tienen, pero vacíos de información.