Los siete «pecados capitales» que minaron al exministro de Justicia

d.s. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el mes de junio del 2010 cuando el PSdeG reunió a lo más granado del partido en la conferencia política de Santiago, dándole al entonces ministro de Justicia, Francisco Caamaño, una oportunidad de oro, que su oratoria no desaprovechó, para entrar en las quinielas para todo. Fue él quien reivindicó al destronado Touriño que está «no corazón de todos nós», llevándose así una ovación cerrada. «Ollo con Caamaño, que sería un gran presidente da Xunta», vaticinó entonces un perspicaz dirigente socialista.

Pero lo que ocurrió desde entonces fue una secuencia de errores o malas jugadas que convirtieron a Caamaño en todo un ejemplo de lo rápido que se puede depreciar un dirigente político. Y basta revisar lo que podrían ser sus siete pecados capitales para entender ahora el resultado.

1-El primer error de bulto de Caamaño fue sellar un acuerdo para dirigir el PSOE coruñés con sus dos rivales, González Formoso y Lage Tuñas, y romperlo una hora después para formar una ejecutiva sin integración.

2- Siendo ministro de Justicia en funciones, Caamaño impulsó el indulto al banquero Alfredo Sáenz, diagnosticado por el actual líder del PSOE, Pedro Sánchez, como uno de los principales errores cometidos por el partido, y que Feijoo no tardó en utilizar como arma arrojadiza.

3- En septiembre del 2012, desafió al líder del PSdeG, Pachi Vázquez, presionándolo con una concentración de cargos coruñeses para que no cambiara la lista de A Coruña a las autonómicas. Vázquez sí la alteró para repescar a Méndez Romeu, marcándole el terreno a Caamaño.

4- Caamaño dejó plantados a los pachistas en el verano del 2013, cuando era la opción que tenían para disputarle el liderazgo del PSdeG a Besteiro. Caamaño replegó velas en el último momento apoyando al dirigente lucense, si bien su gente reunió avales para el alcalde de A Illa.

5-Desde la dirección provincial Caamaño consumió grandes energías en darle aliento a las facciones críticas del partido en las ciudades. Lo hizo en A Coruña con Mar Barcón, hasta el punto que a sus opositores los llaman los de Fontán, nombre de la calle donde se ubica la dirección provincial. Lo hizo también en Ferrol con Sestayo, y también con Santiago, provocando que Bugallo rompiera con él su alianza.

6- El desinterés y el escaso empeño que puso Caamaño en reconstruir la unidad del partido en la provincia es evidente, y provocó que en varios alcaldes socialistas prendiera el descontento y se sumaran a la rebelión contra su líder orgánico.

7- El último traspiés fue el enfrentamiento con Besteiro y Pilar Cancela, al acusarlos hace dos meses de promover un «golpe de Estado» contra él. Este pecado ya no tendrá redención posible y lo dejará fuera de la primera línea política.