«Entró, disparó y en tres minutos salió con el dinero»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

El miércoles un ladrón asaltó un céntrico local hostelero de Ribeira llevándose 300 euros a punta de pistola

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un par de semanas, un supermercado de A Pobra, el Eroski Center, sufría un atraco mano armada. La historia se repetía la noche del miércoles en la misma comarca, Barbanza, pero en otra localidad, Ribeira. En esta ocasión, el elegido fue un céntrico local hostelero, el restaurante Jenaro. El ladrón, además de hacerse con la recaudación de la caja, unos 300 euros, dejaba su huella en el techo del establecimiento, en forma de disparo de la pistola que portaba.

Fue hacia las diez de la noche cuando el propietario del local situado en la calle peatonal de la ciudad, Jenaro Gutiérrez, presenció atónito desde detrás de la barra la entrada de un individuo con el rostro tapado por un pasamontañas y un arma de fuego en la mano. A partir de entonces, todo sucedió con una rapidez fugaz: «Entró, disparó al techo y en tres minutos salió con el dinero de la caja», cuenta el hostelero.

Eso sí, según relató, entre el disparo, que dejó un agujero de dimensiones considerables en el falso techo, y la huida, el atracador llegó a apuntar con el arma tanto a él como a los tres clientes que se encontraban en el restaurante. Jenaro Gutiérrez explica que el individuo le pidió que introdujera el dinero de la caja en una bolsa y eso fue lo que hizo.

El atracador de A Pobra

Sobre las características del ladrón, dado que llevaba el rostro cubierto, solo pudo confirmar que medía en torno a 1,80 y era de complexión delgada. Aunque son pocos datos, llevan a los agentes de la policía nacional de Ribeira, cuerpo que se encarga de la investigación, a establecer un vínculo con el atraco ocurrido hace unos días en la vecina localidad de A Pobra. De hecho, desde la comisaría señalaron que una de las hipótesis que se baraja es que se trate del mismo individuo. No obstante, fuentes de la investigación hicieron hincapié en que todavía es pronto para tener conclusiones.

Miembros de la policía científica estuvieron toda la mañana de ayer en el interior del establecimiento recogiendo datos. Se hicieron con la grabación de todo lo ocurrido, puesto que el establecimiento dispone de cámaras de seguridad. Este material permitió corroborar desde el primer momento la versión del hostelero: «Hizo un disparo, probablemente para llamar la atención, y luego pidió el dinero», señalaron desde la comisaría.