Una casa en obras se derrumba en Cotobade y aplasta y mata al dueño

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

RAMON LEIRO

El fallecido, un portugués de 38 años, pretendía restaurar la vivienda

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasaban unos minutos de las ocho y media de la tarde cuando los Bomberos de Pontevedra, la Guardia Civil y los equipos del 061 lograban sacar de entre los escombros el cuerpo sin vida de José Figueiredo, apodado el Portugués. La intensa lluvia que cayó durante la tarde y la proximidad de la vivienda a la carretera que conduce a Ourense, la N-541, complicaron unas tareas de rescate ya de por sí complejas. El derrumbe de la casa, ubicada a la altura del kilómetro 75 del vial nacional, sorprendió al joven fallecido, su propietario, en el interior. Eran las 18.30 horas. Junto a él, dentro del inmueble, se encontraba un obrero, que resultó herido. Al parecer, tan solo había sufrido una rotura de tobillo y salió del edificio por su propio pie. Fuentes sanitarias y testigos oculares aseguraron que el hombre, también de nacionalidad portuguesa, estaba consciente y hablaba con normalidad. Fue trasladado al Hospital Montecelo de Pontevedra.

La víctima mortal del suceso tenía 38 años. Según aseguraban los vecinos de la zona, residía en Pontevedra, al igual que su madre y sus dos hermanas, ya casadas. Él, apuntaban, continuaba soltero.

Quienes los conocían afirmaban que la vivienda era originalmente propiedad de la pareja sentimental de la madre de José Figueiredo, quien falleció hace unos años, dejándole en herencia a la mujer la vivienda que ayer se derrumbó. Justo al lado de esta se encuentra otra casa, que también se encuentra en estado de abandono y que ha pasado a manos de las hijas del antiguo propietario.

Los testigos apuntaron que durante una época la familia de Figueiredo residió en la casa derruida, pero que hace tiempo que la dejaron para irse a vivir a Pontevedra, a unos veinte kilómetros de distancia.

Reformas y material de obra

Desde hacía unos tres años, según añadieron los vecinos del lugar de Barbeitos, en la parroquia de San Xurxo de Sacos, José visitaba la vivienda con frecuencia en compañía de su madre para diseñar algunas mejoras. Querían reformarla, apuntaron. De ahí que en su interior se encontraran en el momento del derrumbe el actual dueño en compañía de un obrero. También se hallaron materiales de obra.

Dos septuagenarios que viven a apenas unos metros de la casa siniestrada narraban cómo se percataron de lo ocurrido. La mujer apuntaba que el dueño de la vivienda estaba levantando un muro en uno de sus laterales. El hombre, por su parte, explicó que se encontraban en una finca situada en la zona baja del valle cuando escucharon un ruido: «Parecía unha tronada, saíu unha fumareda enorme para arriba».

Un fuerte estruendo

Otro residente en la zona señalaba ayer que una vivienda ubicada próxima al lugar de los hechos y afirmaba que su propietario, tan pronto oyó el estruendo, estuvo seguro de que se trataba de la vieja casa, que se había derrumbado debido al estado en el que se encontraba y a las obras que se estaban llevando a cabo en ella.