Sin socios en la izquierda, con menos peso en Ferraz y en guerra institucional total

La Voz

GALICIA

14 sep 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Como presidente del PSOE vigués Abel Caballero solo logró superar a la suma de AGE y Podemos en las pasadas elecciones europeas en 931 votos. Pese a los enfrentamientos internos de las formaciones de izquierda en la ciudad, el electorado vigués está virando hacia posiciones de izquierda que cierran el paso a Caballero para tratar de pescar votos en ese caladero. La defensa de la cruz franquista es la mayor evidencia de que el regidor olívico está intentando compensarlo tratando de optar a una parte de los votos del PP para mayo.

Esquerda Unida y Anova ya se han comprometido a no pactar con él en el caso de que sus votos le dieran de nuevo el bastón de mando y Podemos reconoce que mucho tendría que cambiar su estilo de gestión para llegar a confluir. «Quen manda no Concello son as concesionarias», advierte EU tratando de evidenciar que el peso del dinero es determinante en el devenir del consistorio.

El pacto entre PSOE y PP para aprobar los presupuestos ha dado aún más espacio a las plataformas de izquierda, proporcional, por otra parte, a la pérdida de peso que el regidor ha sufrido este verano con el cambio de liderazgo en Ferraz. La teniente de alcalde y diputada Carmela Silva ya no tiene asiento entre los notables del PSOE, circunstancia que en círculos socialistas aseguran que tiene que ver con una petición en tal sentido de Xosé Ramón Gómez Besteiro al propio Sánchez.

Esa turbulencia es prácticamente una ciclogénesis si se analizan las relaciones institucionales del Concello de Vigo con el resto de las administraciones. La incapacidad de Caballero para lograr acuerdos con instituciones dirigidas por el PP, le están costando a la ciudad una pérdida de inversiones nada desdeñable.