Los juzgados de Santiago carecen de cámaras de vigilancia y alarmas

xurxo melchor / manuel cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Xunta estudia mejorar la protección del edificio tras los robos

12 sep 2014 . Actualizado a las 10:18 h.

Ni cámaras ni alarmas. Ni en el exterior del edificio ni tampoco en su interior. Los juzgados de Santiago carecen de las más elementales medidas de seguridad que, paradójicamente, sí existen en otros edificios públicos, como las sedes de las administraciones, las instalaciones municipales y hasta los colegios e institutos. Los al menos dos episodios de robos que ha sufrido el inmueble han puesto de manifiesto una situación que ayer hizo reaccionar al propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que admitió la necesidad de incrementar la seguridad en las dependencias ante el hecho de que hayan sido «burladas» y anunció que estudiarán colocar un sistema de videovigilancia al menos en la entrada del aparcamiento. El PSOE, por su parte, ha pedido en el Senado, a través de la gallega Paula Fernández, que el Gobierno informe de los expedientes manipulados.

Los dos episodios son muy graves. El más reciente, del que se tuvo constancia el 1 de septiembre, porque los ladrones actuaron con total impunidad. Entraron por el portalón del garaje, que abrieron sin problemas porque antes habían robado el mando a la Guardia Civil. Tenían llaves de muchas puertas y emplearon un carrito de los que se usan en las dependencias para transportar una caja fuerte de unos 150 kilos que se llevaron entera del juzgado de primera instancia número 2. Todo apunta a que entraron en el edificio en coche y que en él cargaron el botín.

El otro robo también es muy preocupante porque puso de manifiesto la vulnerabilidad de espacios judiciales especialmente sensibles como el almacén en el que se guardan las piezas de convicción. En esa ocasión, rompieron el precinto y abrieron una caja de cartón cuyo contenido eran las cartas que presuntamente robó el ladrón del Códice Calixtino, Manuel Fernández Castiñeira, a sus vecinos. Un asunto por el que se abrió una pieza separada, independiente del robo del libro, por la que se le acusa de delitos contra la intimidad.

El contenido de la caja fuerte

Por el momento, no ha trascendido qué había en el interior de la caja fuerte que fue robada. Y si bien no parece que los ladrones se llevasen ninguna de las cartas del caso del Códice, se ha abierto una investigación para esclarecer qué falta, dado que los cacos estuvieron en muchas dependencias del edificio, incluidos los archivos en los que se guardan los procedimientos. Si algunos han sido alterados, podría afectar a las causas abiertas pendientes de juicio o recursos.