MeteoGalicia ha presentado un avance del informe climatológico del verano, un documento del que se extrae como conclusión que el estío gallego ha sido normal en lo que se refiere a temperaturas, pero más húmedo de lo habitual si se tienen en cuenta las precipitaciones.
La agencia meteorológica destaca que en junio las temperaturas fueron normales, e incluso algo más cálidas de lo esperado. En cambio, en julio hubo grandes contrastes de temperatura entre el norte y el sur de la comunidad, y en agosto estuvieron por debajo de lo que se espera del mes. En las zonas de la alta montaña ourensana y en la Serra do Xistral se registraron los valores más bajos, en torno a los 11 grados de máxima, mientras que en la comarca de Valdeorras y en el Miño ourensano se midieron los valores más altos en cuanto a temperatura.
En lo referente a las precipitaciones, tras una primavera ligeramente seca, el verano comenzó con un mes de junio con gran presencia de fenómenos tormentosos, que provocaron que las cantidades de lluvia recogidas fuesen irregulares.
Julio fue un mes húmedo, aunque no tanto por la presencia de muchos días de lluvia como por el hecho de que hubo dos sistemas frontales muy activos que por sí mismos sumaron altas precipitaciones. Agosto, por fin, fue un mes normal en cuanto a lluvia, pero, eso sí, con grandes contrastes entre la vertiente atlántica, muy húmeda, y el resto de la comunidad. Hubo, además, más días de lluvia de lo que es habitual. En puntos de las Rías Baixas y del interior de Pontevedra las precipitaciones doblaron los valores normales; en Barbanza, los triplicaron.