El eje atlántico se abrirá en primavera con velocidad limitada y en el 2016, con ERTMS

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los trenes no podrán pasar al principio de 200 por hora, pero el ADIF adelanta dos años la máxima seguridad ferroviaria y los Avant podrán elevar su marcha a 220

30 ago 2014 . Actualizado a las 14:10 h.

La apertura del eje atlántico de alta velocidad, probablemente la próxima primavera si no hay imprevistos, será un hito histórico para movilidad en la vertiente más poblada del territorio gallego. Habrá una alternativa fiable, más económica y sostenible, que el vehículo privado circulando por una autopista de peaje con unos precios prohibitivos. Y las principales ciudades de Galicia, Vigo y A Coruña, se situarán inicialmente a una distancia temporal que ningún coche podrá superar: una hora y diez minutos.

Pero la puesta en servicio de esta conexión crucial, en el único eje ferroviario rentable en Galicia, no se llevará a cabo en un principio con el sistema de máxima seguridad para líneas de alta velocidad, el ERTMS, una tecnología pensada para monitorizar en todo momento la marcha de los trenes y que suele utilizarse en líneas donde se superan los 200 kilómetros por hora. A pesar del accidente de Angrois y la polémica que generó en su momento la falta de este sistema de control en la curva donde descarriló el Alvia, ni Fomento ni el ADIF -que se hizo cargo hace relativamente poco de esta infraestructura- han podido modificar radicalmente los planes iniciales, consistentes en equipar con ASFA los 157 kilómetros del eje -este el sistema de seguridad en el tramo A Coruña-Santiago-Padrón- y esperar a que se termine todo el nuevo acceso ferroviario a Galicia para incorporar el ERTMS y modificar el ancho ibérico al internacional, una operación esta última que también debe acometerse en el eje Santiago-Ourense. Lo que sí se han planteado es que esté en funcionamiento un año después de la inauguración, para poder aumentar la seguridad, las prestaciones e incluso las frecuencias del eje atlántico. El año pasado se habilitó una partida presupuestaria genérica destinada al ERTMS y en una comparecencia parlamentaria se anunció que podría utilizarse para adelantar la implantación del sistema más seguro en el eje atlántico.

El uso del ASFA, que aumenta la responsabilidad del maquinista durante los trayectos comerciales, obliga a limitar la velocidad a 200 por hora, a pesar de que hay tramos con un trazado totalmente nuevo -Padrón-Vilagarcía, por ejemplo- donde podrían alcanzarse los 250 km/h. En los recorridos adaptados -donde se tomó como base el surco antiguo de la línea- la velocidad máxima es de 220, pero tampoco se podrá alcanzar con el sistema de seguridad previsto inicialmente. No obstante, ni los trenes Avant S-121 de media distancia ni los Alvia pueden circular a más de 220 por líneas con ancho ibérico. Habrá que esperar a que en el 2018 se cambie al ancho internacional para poder alcanzar los 250 en los tramos de mejor trazado y poder realizar el recorrido A Coruña-Vigo en una hora.