La sangría económica del vandalismo

La Voz F. SUÁREZ, C. RAMOS, A. URGORRI / REDACCIÓN

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Los concellos invierten miles de euros en reparar los daños en el mobiliario urbano

29 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El oso de granito situado en el monte de O Castro, en Vigo, volvió a ser esta semana diana de los vándalos, que utilizaron la escultura como un lienzo. También en Foz, hace unos días, los gamberros provocaron tres incendios en el paseo marítimo de Foz. El vandalismo cuesta a los concellos gallegos miles de euros al año, un gasto que parece no acaba de remitir. Paredes pintadas, mobiliario urbano dañado, contenedores quemados y destrozos varios en parques, bancos, jardines y farolas hacen menguar el presupuesto municipal para sufragar la reparación de los destrozos.

En la ciudad de A Coruña el Ayuntamiento gastó a lo largo del 2013 casi medio millón de euros en eliminar 1.950 pintadas distribuidas por toda la ciudad, 150 más que en el 2012. Este servicio de limpieza solo se contempla para edificios públicos, ya que la limpieza de edificios privados corre a cargo de sus propietarios. Además, según las estimaciones de la concejalía de Medio Ambiente, limpiar cada pintada cuesta de media unos 330 euros, aunque el coste puede oscilar de 150 a 800 euros en los casos más graves. También en la ciudad de A Coruña, se deben reponer unos 500 contenedores y 100 papeleras quemadas o desaparecidas cada año. El coste total de la reposición asciende a 25.000 euros anuales. En arreglo de aseos públicos (rotura de puertas, piezas de sanitarios, grifería...) se emplean unos 10.000 euros al año, y en las reparaciones de áreas infantiles ocasionadas por vandalismo se gastan 15.000 euros anuales.

En Santiago el coste anual en gastos de vandalismo ronda los 300.000 euros. Los gastos en limpiar pintadas fueron de 35.000 euros en el 2013 y en lo que llevamos de año se han empleado ya 15.000. El dato debería resultar mayor, ya que en estas cifras no se incluyen las pintadas sobre paredes de piedra, es decir, las que afectan principalmente al casco histórico. Esto se debe a que el Ayuntamiento tiene un contrato con la empresa de limpieza para eliminar todas las pintadas que aparecen en las paredes de piedra.

Los actos vandálicos de la ciudad de Ourense se redujeron en un 41 % entre el 2012 y el 2013, según la memoria de la Policía Local. Las pintadas, los daños a contenedores y a la propiedad privada son los delitos que tuvieron mayor incidencia, aunque también se registraron plantas arrancadas, señales dañadas o deterioradas y daños en farolas o semáforos. El Concello hace anualmente una previsión en los presupuestos en la que se estima cuánto se gastará en la lucha contra el vandalismo, que fue este año de 300.000 euros.

Entre 300 y 400 euros

Entre 300 y 400 euros deberá pagar un ciudadano que acometa actos vandálicos contra un banco de la capital lucense, es decir, lo que cuesta su reposición. El problema es que pocas veces se da con el culpable, por lo que son las diferentes concejalías las que corren con los gastos. En la mayoría de las ocasiones las tareas consisten en reponer papeleras (unos 150 euros por pieza) y en limpiar grafitos, aunque el año pasado hubo que reponer contenedores en las zonas rurales porque un individuo, que nunca fue detenido, se dedicó a quemarlos.

Ferrol no es una ciudad con demasiados incidentes de vandalismo, sin embargo hace unos meses las denuncias de la asociación de vecinos de Esteiro terminaron con dos grafiteros detenidos. También la Asociación Vecinal O Rosario-Inferniño ha presentado varias quejas por vandalismo y destrozos en la plaza del Inferniño. Por su parte el estado ruinoso en que se encuentra Ferrol Vello ha servido como lienzo en numerosas ocasiones para los amantes del espray.

La excepción a la sangría que el vandalismo causa a los concellos gallegos parece encontrarse en la ciudad de Pontevedra donde, según fuentes del ayuntamiento, «los daños son irrelevantes, no se notan». Esta parece ser la razón por la que no hay una partida específica en los presupuestos municipales.