Cuatro formas de entrar en su casa por las malas y cómo prevenirlas

A Coruña / la voz

A CORUÑA CIUDAD

29 ago 2014 . Actualizado a las 12:45 h.

Los ladrones que han robado cientos de pisos en A Coruña utilizan cuatro caminos diferentes para entrar en las casas, pero todos pasan por la puerta principal. Para superar ese obstáculo combinan métodos tradicionales, que en general son algo más bruscos, con modernas técnicas similares a las que emplean los profesionales de la cerrajería. En todos los casos, en apenas unos minutos, con muy poco ruido y solo algunos útiles que caben en el bolsillo son capaces de abrir las cerraduras básicas que protegen entre el 60 % y el 80 % de las viviendas de Galicia y España.

El mecanismo más brusco, y también uno de los más conocidos y sencillos, consiste en arrancar el escudo que protege el cilindro de la cerradura. En las puertas más sencillas basta una herramienta capaz de hacer palanca para separarlo y poder abrir. El sistema tiene el problema de que deja bastantes marcas y produce algo más de ruido que los demás. Su punto fuerte es que apenas hace falta conocimiento técnico.

Otro sistema consiste en extraer el cilindro directamente, sin retirar el escudo. Para ello es necesario utilizar algunos útiles de cerrajería que funcionan casi como un sacacorchos. Primero se introduce un tornillo por el ojo de la cerradura de forma manual. Después se utiliza un extractor especial que en unos segundos saca el tornillo y el cilindro. Luego solo hay que empujar. El sistema es rápido y silencioso, pero necesita herramientas que ocupan un espacio similar al de una cartera de mano pequeña.

Los ladrones que están arrasando en A Coruña los están utilizando todos, pero sus favoritos son los más sutiles: se trata del bumping y la cola de ratón. El primero solo utiliza una llave maestra, que se puede comprar por Internet, y un pequeño martillo. Basta introducir la llave y dar unos golpes para que las cerraduras más sencillas se abran. Apenas son necesarios unos segundos y no deja marcas ni produce daños a la cerradura.

La cola de ratón es aún más sutil, consiste en manipular los cilindros interiores de la cerradura con un hilo llamado así que puede comprarse en cualquier sitio. Tampoco hace ruido y todo el instrumental que requiere es el famoso hilo y alguna herramienta metálica pequeña para tensarlo. No daña la cerradura, pero suele dejar el cilindro girado, por lo que su uso es detectable por los investigadores, aunque es dudoso que ese dato les sea de demasiada utilidad.

La última vía para entrar en las viviendas también es clásica y brusca. Consiste en reventar el marco con una palanca para acceder al pasador y abrir. Es un sistema rápido y efectivo, que tampoco requiere demasiado tiempo si el delincuente es un poco experimentado y el marco de la puerta es de baja calidad.

La entrada por el marco es el método perfecto para pasar por encima de las mejores cerraduras colocadas en las peores puertas. El motivo es sencillo, no ataca en ningún momento el mecanismo de cierre, por lo que da igual si la cerradura es de alta calidad.

Lo mejor para evitarlo es disponer de una puerta blindada con marcos de calidad, pero en ese caso no hay que olvidar disponer de una cerradura a la medida, ya que la mejor puerta se abrirá sin problemas si su cierre cede ante una cola de ratón o ante el bumping. Lo aconsejable, dicen los expertos, es utilizar una cerradura de cuatro giros, que es mucho más difícil de abrir, o una incluso de más calidad.

En general los ladrones evitan perder el tiempo con los cierres complejos, prefieren las presas fáciles a arriesgarse forzando un cierre acorazado o muy complicado. Aun así, el método de defensa mínimo más efectivo pasa por la colocación de un cerrojo de llave. La presencia de una segunda cerradura disuadirá a la mayor parte de los ladrones, y además el cerrojo casi invalida la utilización del sistema de entrada por el marco, que es uno de los más utilizados cuando la entrada se complica. Un buen cerrojo, instalado de la manera correcta, costaría alrededor de 150 euros, según las agrupaciones de cerrajeros.