«Salté sin pensarlo, él flotaba y parecía que todavía respiraba»

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Un guardia civil de día libre rescató en Noia a un varón inconsciente que llevaba la corriente y tenía agua en los pulmones

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Daniel explica a toro pasado que su gesto fue natural, que cualquier persona hubiese hecho lo mismo y que su acción no tiene nada de extraordinario. Sus palabras denotan un carácter humilde, que escapa, a contracorriente, del elogio fácil. Pero la realidad es que su reacción es una hazaña. Él pertenece a la Guardia Civil, concretamente a especialidad de Policía Judicial, trabajo que desempeña en Madrid. Los hechos que le han valido un reguero de felicitaciones ocurrieron el domingo en la villa coruñesa de Noia.

Daniel estaba pasando unos días en esta villa histórica, en casa de su novia, con la que se casa mañana en Pontevedra. Él y ella se dirigían a la Alameda, ya que en Noia había fiestas, con la intención de disfrutar de la sesión vermú. Lo que ambos no sabían era la sorpresa que el destino les tenía preparado. Sobre todo a Daniel. Al cruzar uno puente, la feliz pareja vio un cuerpo flotando que apenas se movía... Él lo llamó sin éxito: «Sacaba la cabeza del agua y volvía a meterla pero no contestaba, y, mientras, la corriente lo arrastraba». Fue entonces cuando este policía judicial, estando de vacaciones, no dudó en desvestirse y lanzarse al agua. Pero el valor casi le cuesta una mala pasada. «Estaba tan decidido que casi no me doy cuenta de que si me tiro desde el puente no había calado.

Fue entonces cuando bordeó la estructura -mientras, su novia alertaba de lo sucedido al 112- y se lanzó al agua. Tuvo que adentrarse unos 15 metros: «En ese momento sí que estaba flotando y totalmente inconsciente. Al darle la vuelta mi novia lo reconoció, se trata de un toxicómano de siempre de Noia. Ella se asustó y me gritó que tuviese cuidado, que podía llevar una jeringuilla encima y podía pincharme. Lo sujeté con cuidado y lo posé en la orilla. En ese momento ya estaba un agente de la Policía Local de Noia, que acudió en muy poco tiempo. Él me ayudó mucho también».

La llegada de los sanitarios del centro de salud de Noia fue inmediata. El toxicómano tardó en recuperarse, y cuando lo hizo solo pidió un cigarrillo y «se interesó por su papela», que posiblemente, al consumir una parte, le generó una reacción que pudo acabar con él en el agua y, prácticamente, inconsciente. El revuelo que se formó en el perímetro del puente fue muy grande. Desde entonces, el boca a boca, se encargó de alimentar numerosas versiones de lo ocurrido, que el guardia civil Daniel se encarga de limpiar de especulaciones. A él que ya ha sido felicitado por sus compañeros y superiores, solo le espera el día su boda, que será mañana.