Arrancan y roban una virgen y un cristo de dos cruceiros de Tui

Monica Torres
Mónica Torres TUI / LA VOZ

GALICIA

Los vecinos de las parroquias de Paramos y Ribadelouro temen que las tallas sustraídas estén ya en Portugal

20 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los robos poco piadosos tienen a dos parroquias del municipio pontevedrés de Tui revolucionadas. Hace unos días los vecinos de Paramos fueron víctimas del robo de un cristo del cruceiro de A Torta y ahora son los de Ribadelouro los que sufren en carne propia la mutilación de uno de estos centenarios monumentos, justo al lado del Camino de Santiago.

Este fin de semana han descubierto la falta de una de las vírgenes del cruceiro de O Torreiro. «El sábado vine a un funeral y fue cuando me di cuenta, aunque no sé desde cuándo falta», explica Juan Pérez. Este vecino fue el que avisó al párroco y juntos presentaron ya la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.

El sacerdote, Víctor Bargiela, al igual que sus feligreses, creen que hay pocas posibilidades de recuperar la talla, pero no van a cejar en el empeño. «O perigo máis grande é que xa estea en Portugal. O valor desta virxen é moi grande tanto para os crentes como para os que non os son porque é unha parte do pobo», señala el párroco.

Numerosos vecinos están implicados en la búsqueda de una foto en la que se vea con claridad la imagen para facilitar las pesquisas policiales. La escultura de piedra mide unos 60 centímetros y pesa alrededor de 60 kilos. Estaba anclada a una pena, a unos tres metros de altura, y los ladrones rompieron esa pieza para desengancharla y llevársela.

No es la primera vez que sufren un robo así. «Hace ya dos años se llevaron la imagen de Santa Columba, que es la patrona, de encima de la puerta principal», recuerda Umbelina Domínguez. Otro vecino, José Guisando apunta además que «en una ocasión rompieron la puerta lateral de la iglesia y otra vez quemaron la principal». El malestar es evidente. En la iglesia hubo que colocar un sistema de alarmas para evitar más robos.

El cruceiro afectado está a pocos metros de la parroquia, frente a la casa de la cultura, pero nadie vio nada extraño. Es un lugar donde paran muchos coches y además estos días el centro cultural está cerrado. La lógica les lleva a pensar que los ladrones son los mismos que dejaron a sus convecinos de Paramos sin el Cristo de A Torta, porque les separan menos de diez kilómetros y las fechas están muy próximas.

En ninguna de las dos parroquias pueden fijar con exactitud qué día fue el robo, pero se mueven en la misma horquilla. En Paramos saben que la sustracción de la talla del cristo, de unos cien kilos de peso, fue la primera semana de agosto, días antes de sus fiestas de San Caetano. En Ribadelouro, la Virgen aún estaba a finales de julio, porque sus fiestas acaban el 25 y en esa fecha seguía en su sitio. En ambos casos, los cruceiros están ubicados en zonas de muy fácil acceso en coche, otra de las circunstancias que facilitó que los ladrones se hicieran con las tallas.