Un párroco de Lugo amenaza con repetir el caso del Ecce Homo de Borja

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA / LA VOZ

GALICIA

FOTO SUSO

El cura de una parroquia de Guitiriz denuncia el abandono de unas pinturas murales del siglo XV que están afectadas por la humedad

19 ago 2014 . Actualizado a las 11:01 h.

La polémica restauración del Ecce Homo de Borja dio fama a unas pinturas murales de un pequeño lugar de Aragón por una actuación que generó críticas y todo tipo de comentarios por entender que el resultado de la operación no respetaba el aspecto original. El responsable de una parroquia rural de Lugo -la de Labrada, en el municipio chairego de Guitiriz- amenaza con seguir ese ejemplo, aunque avisa que sin causar daño al elemento que se pretende restaurar, si unas pinturas murales de la iglesia no reciben atención.

Los frescos del templo, que datan del siglo XV, padecen problemas de humedad desde hace años. Un informe técnico cifraba en 12.000 euros el presupuesto que bastaría para su protección, con varias actuaciones que mejorarían la evacuación de aguas, que ahora se filtran al interior, y con la instalación de un aparato para controlar la humedad.

Las solicitudes de colaboración enviadas a diversas instituciones han caído en saco roto, y el sacerdote Luis Rodríguez Patiño, que no deja de mostrar opiniones contrarias a las de la jerarquía en asuntos como el papel de los homosexuales en la Iglesia o la actitud contemporizadora ante los poderosos, advierte de que realizará un amago de arreglo si sus llamadas de apoyo siguen cayendo en saco roto.

Lo que está dispuesto a encargar es la realización de trabajos que simulen actuar sobre las pinturas, aunque colocando encima de los muros lienzos o tablas para que las imágenes, que durante siglos estuvieron tapadas por cal, no sufran daño. Sería además, como explicó ayer, una forma de llamar la atención sobre otro aspecto relacionado con esta y con otras actuaciones: ningún arreglo puede llevarse a cabo sin las autorizaciones de distintas administraciones, que en este caso, hasta ahora, no se han mostrado decididas a actuar.

Recogida de firmas

Mientras tanto, la situación del templo ha movido al párroco a emprender una campaña de recogida de firmas para solicitar una inversión de las administraciones y para pedir que las pinturas sean declaradas bien de interés cultural (BIC), un trámite que correspondería a la Xunta. Ayer, una semana después del comienzo de la iniciativa, las adhesiones recibidas rondaban las trescientas, dijo el párroco.