Benestar informa por carta de fuertes recortes en las ayudas a dependientes

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los 23 residentes de un centro de Teo sufren una merma media de 257 euros

03 ago 2014 . Actualizado a las 11:42 h.

La reforma de la dependencia que el Gobierno de Rajoy inició hace dos años puede llevar al colapso al sistema público, ante su incapacidad para atender a los beneficiarios que no podrán sufragar una plaza en residencias privadas o concertadas. Los servicios sociales de los concellos han encendido la alarma ante las primeras cartas que la Consellería de Benestar ya está remitiendo a los perceptores de la libranza por servicio para ponerlos al corriente del ajuste en esas ayudas derivado de las nuevas condiciones. Los casos en los que las prestaciones se mantienen o suben ligeramente son anecdóticos frente al alcance de unos recortes mayoritarios. Baste un ejemplo. Los 23 dependientes que atiende un centro concertado del municipio de Teo, en el área de Santiago, sufrirán una merma media de 257 euros en la ayuda mensual.

Representan solo una pequeña parte de las 40.000 personas que en Galicia tienen reconocido algún grado de dependencia. La mayoría se verán afectadas, en alguna medida, por las revisiones en marcha. Aunque no todas. En concreto, con este proceso se modificará el importe de las prestaciones que perciben los dependientes que accedieron al sistema antes de julio del 2012, cuando el Gobierno central aprobó la reforma. Benestar, de acuerdo con una orden que publicó en abril, está revisando la cuantía de las ayudas desde dos planos.

Ajuste por dos vías distintas

Por una parte, aplica el resultado de unificar los dos subniveles en los que estaba dividido cada uno de los tres grados de la dependencia: leves, moderados y grandes dependientes. El perceptor mantiene el grado que tenía reconocido, pero al desaparecer esos subniveles intermedios las cuantías máximas de cada uno se reducen a una cifra única. Este criterio penalizará a los que percibían el tope del antiguo subnivel 2 (que correspondía a los dependientes de mayor grado), ya que se les aplica el resultado de la media con el máximo del subnivel 1 (menor grado). Con la reforma, además de endurecer los requisitos de acceso a las prestaciones, el Gobierno central rebajó un 15 % su importe. Esto implica que los que tienen reconocido el nivel 3 (grandes dependientes) dispondrán de una cuantía máxima por libranza de servicio de 387 euros al mes, cuando antes de ese recorte del 15 % y de suprimir los niveles intermedios podían llegar a topes de entre 417 (subnivel 1) y 520 (subnivel 2).

La otra pata de la reforma procede de la nueva y compleja fórmula que emplean las Administraciones autonómicas para calcular la parte de los servicios que debe copagar el usuario. Hasta ahora, ese cómputo solo tenía en cuenta la renta del perceptor, pero con la reforma también entra en juego una valoración de su patrimonio. Lógicamente, el propósito del Gobierno es reclamar a los tengan bienes a su nombre que aporten más, lo que mermará la cuantía de sus ayudas.

Pagar más por tener vivienda

Este punto se presta a la controversia. El dependiente que sea titular de una vivienda, por ejemplo, tendrá que aportar un copago mayor, aunque las condiciones del mercado no le permitan venderla ni obtener, por tanto, un solo euro de ese patrimonio. Pero ni siquiera es necesario que sea una segunda residencia. Para determinar la capacidad económica también computa la vivienda habitual. De este modo, a la mayoría de dependientes se les exigirá una contribución mayor aunque su pensión sea la misma.

Benestar ejecutará esta revisión de las prestaciones de forma gradual. Los primeros que están recibiendo las cartas son los dependientes con libranza por servicio, a los que seguirán en los próximos meses todos los demás que perciben ayudas desde antes del verano del 2012, porque los que accedieron al sistema con posterioridad ya lo hicieron con los nuevos parámetros de cálculo. La idea de la consellería es completar la actualización en este semestre. A final de año, evaluará la reforma en el número de prestaciones en Galicia y en su impacto en las cuantías.