Rescatan de madrugada en Burela a un niño de 2 años al que dejaron solo en casa

I. E. VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

Lo había dejado su madre que, tras ser detenida horas después, por presunto delito de abandono, confesó que se había ido con unos amigos y como el niño estaba dormido, lo dejó en casa

01 ago 2014 . Actualizado a las 16:16 h.

Gran despliegue en Burela para rescatar, a las cuatro de la madrugada de ayer, a un niño que aún no había cumplido los tres años de edad del segundo piso de un edificio de la calle Camiño Real. Allí lo había dejado su madre que, tras ser detenida horas después, por presunto delito de abandono, confesó, según fuentes consultadas, que a eso de las tres de la mañana se había ido con unos amigos y como el niño estaba dormido, lo dejó en casa. Según la mujer, otras veces lo dejaba con alguien pero esa noche no encontró a nadie que se quedara al cargo. Algunas fuentes señalaron que la progenitora del pequeño dio señales de vida a eso de las seis o seis y media de la mañana.

Gente del vecindario dio la voz de alarma tras escuchar gritos y lloros durante bastante tiempo en la vivienda. Entonces requirieron la presencia de los bomberos de Barreiros y del GES de Cervo que, al comprobar que era imposible entrar por la puerta sin reventarla, optaron por desmontar una ventana para acceder por el hueco al piso, sacando luego al pequeño en la cesta de la escalera del camión de bomberos. Mientras trabajaban intentaban tranquilizar al chiquillo que, muy nervioso, no perdía detalle de lo que hacían aquellos desconocidos en la ventana. Le pedían que se estuviera quietecito y allí se esperó mirando. Todos creían que había un adulto en casa y que podría haberle ocurrido algo, de ahí la sorpresa de los servicios de emergencias al toparse con un niño de tan corta edad solo en la casa. Tras sacarlo de la vivienda, una ambulancia del 061, con un médico a bordo, trasladó al pequeño al Hospital da Costa.

El asunto pasó a manos de la Fiscalía de Menores. Como primera medida, la autoridad judicial otorgó la custodia temporal del pequeño a su padre, un vecino de Mondoñedo, mientras que la madre, al parecer súbdita marroquí, quedaba en libertad, acusada de un presunto delito de abandono de familia.