Los reyes pasan la mañana en Santiago en su primera visita oficial a la comunidad

s. lorenzo / m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Felipe VI realiza hoy la ofrenda al Apóstol con la catástrofe de hace un año presente

25 jul 2014 . Actualizado a las 11:00 h.

Transcurridas cinco semanas desde el relevo al frente de la Corona, los reyes de España realizan hoy su primer viaje oficial a Galicia. Será una visita fugaz, casi de visto y no visto. Porque, salvo cambio de planes a ultimísima hora, solamente pisarán Compostela y pasarán nada más que la mañana en la ciudad. Ni siquiera asistirán, según fuentes de la Casa Real, al tradicional almuerzo que la Iglesia ofrece a las autoridades participantes en la ofrenda al apóstol Santiago.

Con su presencia este viernes en la capital, no obstante, Felipe VI romperá una tradición de su padre. Durante su reinado, con la única excepción de 1983, Juan Carlos I solo efectuó personalmente la invocación al patrón de España en los años santos, o sea, en 1976, 1982, 1993, 1999, el 2004 y el 2010. En las restantes ocasiones (30) optó por delegar en militares, familiares y políticos, como muestra el gráfico superior. En cambio, el nuevo jefe del Estado ha optado por asumir ese rol ya en el 2014, a pesar de no tratarse de un ejercicio jubilar.

En dicha decisión han pesado fundamentalmente dos factores: el hecho de que se halla en los albores de su ciclo al mando de la Zarzuela, un período en el que está tratando de recorrer toda la España que puede junto a su esposa, y el primer aniversario de la tragedia ferroviaria de Angrois. Conmocionados por la catástrofe y, en sus propias palabras, «orgullosos» por la «espectacular reacción espontánea» de la sociedad civil al descarrilamiento, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz se habían desplazado a Compostela 48 horas después del siniestro para escuchar a vecinos del lugar del accidente, familiares de fallecidos, supervivientes y miembros de los servicios de emergencia, sanitarios y de seguridad. Tres jornadas más tarde, además, regresaron para presidir el funeral de Estado.

Ahora ya como monarca, en su discurso en la catedral tendrá muy presentes tanto a las víctimas como a los héroes de aquel siniestro del 24 de julio del 2013. No obstante, si él o la reina reciben luego a algún representante de esos dos colectivos, de acuerdo con fuentes de su entorno, será fuera de agenda y en el Pazo de Raxoi, en el marco de una serie de breves encuentros privados que piensan mantener allí tras la ceremonia religiosa.