El 061 exporta a los países nórdicos el sistema que aplicó en Angrois

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Suecia y Finlandia valoran que se evacuara a los heridos en solo 3 horas

21 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las catástrofes de múltiples víctimas suelen despertar la inquietud de todos los equipos internacionales de emergencia. Los países más avanzados siempre trabajan a lo largo del año con simulacros. Pero por mucho que pueda parecerse, la situación real nunca es como la simulada. Lo ocurrido en Angrois, con 80 muertos y 147 heridos, despertó la curiosidad de muchos países. Y el 061 lleva gran parte del año explicando qué hizo en la fatídica curva de A Grandeira. Los suecos visitaron Galicia a comienzos de este año, y los responsables gallegos han estado en Portugal y, últimamente, en Finlandia. Invitado por una universidad, el director del 061, José Antonio Iglesias Vázquez, pronunció una conferencia a la que asistió incluso la ministra finlandesa de Interior. Y luego tuvo lugar un simulacro. «Nos hemos visto sorprendidos sobre todo por los países nórdicos, que tienen muchos kilómetros de vías de ferrocarril: han sido los más interesados», precisa el máximo responsable del 061.

El accidente de Angrois tiene a favor que se produce cerca de Santiago, por tanto en un punto próximo a los hospitales. Pero en contra juegan otras dos variables: una curva de difícil acceso y que, dada la fecha, el tren iban lleno. He aquí las principales cuestiones que han despertado la curiosidad en el resto del mundo.

En un reciente congreso internacional en Bilbao sobre medicina de emergencia, donde suele haber pocas ponencias españolas, el O61 acaparó el protagonismo por cómo se accedió a las vías y cómo se evacuó a los accidentados. El foco del impacto es un lugar al que resulta muy complejo llegar. Y unos metros antes del lugar exacto del siniestro, en el margen izquierdo de la vía, donde hay una pequeña explanada, se crea de forma artificial lo que el 061 llama un segundo foco. Allí se coloca una UVI móvil como puesto avanzado y desde allí se organiza toda la noria de ambulancias que, una tras otra, de forma ordenada, salen con destino a los centros hospitalarios con los heridos más graves. Esto resulta determinante para mejorar el tiempo de respuesta y para que se pueda evacuar en 180 minutos a todos los heridos. El foco número 2 permite una mejor evaluación para clasificar a los heridos según su prioridad quirúrgica, tal y como precisan los responsables del 061. El accidente, según los propios datos facilitados por la Xunta, movilizó a 1.800 profesionales del ámbito sanitario.

El O61 tiene su propio método, diseñado por ellos, para clasificar heridos en accidentes de múltiples víctimas. Este sistema de valoración de prioridades, lo que en el argot sanitario se conoce como triaje, ha sido otra de las cuestiones que más ha sorprendido a los países nórdicos. Básicamente, porque el 061 aplicó en Angrois dos triajes: uno en el punto de impacto (foco uno) y un segundo en el punto de evacuación (foco dos). En el lugar del descarrilamiento se coloca una tarjeta de color negro a los fallecidos; la cartulina roja es para los pacientes extremadamente graves, es decir, aquellos que en el punto de impacto no respiran hasta que se le abre una vía aérea o están inconscientes; la tarjeta amarilla es para los que sangran, pero mantienen el pulso central; y la verde para los que pueden caminar. En el punto de evacuación, donde está la UVI móvil, se decide la prioridad quirúrgica; los heridos con frecuencia cardíaca muy elevada tienen mayor hemorragia. Y por tanto, prioridad. Lo mismo sucede con aquellos pasajeros que precisan soporte ventilatorio o tienen fracturas de huesos largos.

Este sistema de triaje propio del O61 de Galicia, que nunca antes había aplicado aunque sí ensayado, es el que permite la estabilización de los heridos. Y sobre todo, que lleguen en las mejores condiciones posibles a quirófano. De hecho, no falleció ningún paciente de camino a los centros hospitalarios. Pero lo más importante es que la tarjeta que se le coloca al herido en Angrois ya informa al hospital sobre lo que se le ha hecho y si necesita o no quirófano urgente. Es decir, se ganan segundos y minutos determinantes para salvar vidas. Y esta es una de las cuestiones, por ejemplo, que más ha llamado la atención en Finlandia.

El segundo asunto que más ha despertado la curiosidad en los países nórdicos en el sistema de coordinación. Cuando hay un accidente de múltiples víctimas, la sala de llamadas se divide automáticamente en dos partes. Una continúa con la actividad normal que no puede dejar de atenderse y la otra se dedica en exclusiva al accidente: esto es lo que permite, de forma más rápida, movilizar los recursos. Y lo más importante, avisar ya a los hospitales para que preparen quirófanos y que se disperse a los pacientes. «A veces la gente no se da cuenta de que la actividad asistencial tiene que seguir su curso; puede haber urgencias como cualquier otro día y tienen que atenderse; por eso es muy importante ante un suceso como este poder coordinar ambas cosas; por ejemplo, no pueden ir todos los heridos al mismo sitio», precisa el director del 061.

Los diferentes simulacros que llevan a cabo las emergencias gallegas a lo largo del año son una de las cuestiones que ha permitido mejorar el tiempo de resolución en un accidente de múltiples víctimas.