Cuentas critica el desvío de gastos en la Xunta y la «falta de control interno» que dificulta su cálculo

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El Tribunal de Cuentas se hace eco también de otras objeciones que afectan a los entes de la Administración paralela

19 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno de Feijoo recibió primero el tirón de orejas del órgano fiscalizador autonómico por el fuerte aumento del gasto desplazado, y ahora es el Tribunal de Cuentas el que levanta acta por esa práctica contable poco ortodoxa que muchas Administraciones han incorporado a su gestión presupuestaria. El órgano estatal realiza sus objeciones a partir de la fiscalización remitida por el Consello de Contas. Pero, además, Cuentas recrimina que «la falta de control interno en el seguimiento y validación del gasto desplazado no facilitan la cuantificación fiable del mismo».

Explica así la dificultad de calcular el importe del gasto que el Ejecutivo gallego transfirió a las cuentas del 2011, cuando debía computarlo en las del 2010. El Tribunal de Cuentas subraya la imputación al ejercicio 2011 de «obligaciones de ejercicios anteriores no reconocidas formalmente» por 111,31 millones. También cifra en «al menos» 5,48 millones otro caso de «desplazamiento temporal de obligaciones entre ejercicios». Además, señala que la Empresa de Obras e Servizos Hidráulicos, ahora fusionada en Augas de Galicia, transfirió el reconocimiento de obligaciones del 2010 al 2011 por 33,42 millones. Pero, como el fiscalizador autonómico, tampoco valora si ese gasto desplazado debe computar o no como déficit.

Contas fue más allá en el informe de fiscalización en el que ratificó las cifras del borrador cuya difusión agitó la campaña de las autonómicas del 2012. Estimó el gasto desplazado por las consellerías en 223 millones, a los que sumó 188,2 del Sergas para un total de 411 millones que debían figurar en las cuentas del 2010 y la Xunta imputó a las del 2011. Es el mayor volumen de desvío desde el último Gobierno de Fraga, que en el 2004 desplazó 412 millones. Las alegaciones de Facenda no mudaron los cálculos de Contas, ni su discurso crítico. La Xunta justificó el desplazamiento del gasto en que no tuvo tiempo a cotejar facturas. Según sus cifras, el desvío fue de 275 millones y no de 411. Ahora defiende que el gasto reconocido y no imputado en el 2010 «se incluye a efectos de contabilidad nacional, y por tanto tiene un efecto neutro en el déficit».

Subvenciones como ingresos

En su último informe, el Tribunal de Cuentas se hace eco también de otras objeciones que afectan a los entes de la Administración paralela. Advierte que «la mayor parte de las sociedades contabilizan las subvenciones como ingresos para cubrir los gastos y que no aparezcan resultados negativos». Como ejemplo de esa dependencia de las subvenciones externas, apunta que solo 8 sociedades (de un total de 27 empresas y 2 entes públicos) tenían en el 2010 un nivel de autofinanciación superior al 50 %.