Los recortes frenan las autovías en Galicia

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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El vial Santiago-Lugo acumula más de cuatro años de retraso, el de la Costa da Morte continúa en el aire, y la ampliación de Rande amenaza la conexión Pontevedra-Vigo

16 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Son infraestructuras que en su día fueron señaladas como prioritarias en los planes de Fomento y de la Xunta, pero que se han visto afectadas por el vuelco en las prioridades presupuestarias por la crisis. El recorte del gasto en cemento para concentrar los esfuerzos en los servicios esenciales añade más incertidumbres a proyectos viarios que, en algunos casos, acumulan varios años de retraso y que, en otros, permanecen bloqueados por falta de liquidez para ejecutar las obras. Entre los que suman más demoras sobresale la autovía Santiago-Lugo (A-54), que como la Lugo-Ourense (A-56) iba a entrar en servicio en el período 2008-2010. Entre los parados por la dificultad de la concesionaria para cerrar el crédito destaca la autovía de la Costa da Morte (AG-55).

La apertura en febrero pasado de los dos tramos de la A-8 entre Mondoñedo y Careira permitió completar con seis años de retraso sobre el calendario previsto el trazado gallego de la autovía del Cantábrico. Desde ese momento, la A-54 se ha convertido en el símbolo de la desidia en la ejecución de las infraestructuras pendientes. El primer tramo, que conecta el periférico de Santiago con las inmediaciones del aeropuerto, fue inaugurado por Aznar en 1999. Pero ahí se quedó. Desde entonces, el reto sigue siendo completar el trazado hasta Lugo. Fomento ha presupuestado este año más de 86 millones para dar un impulso a las obras. Entre los proyectos que dependen del ministerio, el más avanzados es el acceso al puerto exterior de Punta Langosteira (con una inversión de 20,2 millones en este ejercicio). Y la apertura de la tercera ronda de A Coruña, en el tramo As Lonzas-A Zapateira, está prevista para el 2015.

Pero la situación de los grandes viales es más difusa. La A-56 ha vuelto a recibir este año una dotación presupuestaria anecdótica (1,3 millones), pese a que debía estar lista hace seis años. Fomento no la considera prioritaria. La A-76 (Ourense-Ponferrada) sigue encallada en el debate sobre su paso o no por la Serra da Enciña da Lastra. Y la autovía concebida como alternativa libre de peaje a la AP-9 entre Pontevedra y Vigo corre el riesgo de quedar en el limbo. Aunque Fomento consignó 6,1 millones en sus cuentas del 2014, la ampliación de la autopista en Rande emerge como la principal amenaza a una A-57 que el Gobierno de Feijoo llegó a considerar prioritaria frente a la incorporación del tercer carril en el puente.

La Xunta puede presumir de más proyectos realizados, si bien son de menor envergadura. En las próximas semanas, abrirá al tráfico la variante de Noia y el vial Tui-A Guarda. Se incorporan a una relación de obras en servicio que incluye las variantes de Marín y Ortigueira, el nudo de Curro (Pontevedra-Vilagarcía), la tercera ronda en el tramo autonómico, y la que por ahora es la última autovía construida con sistema de concesión, la AG-31 que conecta la A-52 con Celanova.

Entre los proyectos pendientes que competen a la Xunta figuran el vial Sarria-Monforte, la nueva rotonda de Sabón (Arteixo) y el enlace de la AG-41 con O Grove. Más a largo plazo se presenta la ejecución de tres autovías. En la ya referida de la Costa da Morte, la concesionaria sigue sin encontrar financiación para reanudar los plazos. Infraestruras insiste en ampliar los plazos que la UTE no cumple. La alternativa es ejecutar la obra con fondos propios, y la Xunta no los tiene. Utilizará su escaso margen financiero para desdoblar el corredor de O Morrazo. En el 2015 licitará un primer tramo por 18 millones. El vial AG-64, entre la A-8 y Ferrol, lleva más de medio año parado.

Pero también la ampliación de la AP-9 ha dejado fuera otros proyectos previstos inicialmente. Además de la extensión de la coruñesa avenida de Alfonso Molina, licitada esta semana, en Santiago habrá que esperar por la rotonda de enlace de la autovía de acceso a Lavacolla y el acceso al Gaiás; y en Pontevedra, por la remodelación del enlace norte.