La primera ola de calor llega con decenas de playas en obras

A. URGORRI / C. RAMOS REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

J. M. Casal

Algunos trabajos acumulan retraso, pero otros han empezado esta misma semana

13 jun 2014 . Actualizado a las 17:37 h.

La primera ola de calor del año, que está dejando temperaturas de hasta 36 grados en Galicia, ha sorprendido a las administraciones públicas con los deberes sin terminar en la costa. El tren de ciclogénesis explosivas que azotó el litoral en invierno dejó un sinfín de daños y destrozos, cuya reparación ha supuesto una inversión millonaria por parte del Gobierno central. Algunos de esos desperfectos han sido subsanados ya, otros lo están siendo ahora mismo y los hay que tendrán que esperar al otoño.

Con los elevados valores registrados estos días, la afluencia a las playas es masiva, y en decenas de ellas, aún en obras, bañistas y operarios se ven abocados a convivir. En Santa Cristina, el Concello de Oleiros eligió precisamente esta semana para ejecutar trabajos de mantenimiento. Se prevé que terminen hoy. Costas ha dejado para el final a Barrañán, en Arteixo, que está en obras desde hace solo unos días; y Miño también tiene operarios.

Las máquinas trabajan in extremis en Area Maior, en Malpica. Es una de las actuaciones más cuantiosas, de más de 600.000 euros, y Costas espera acabarla a final de mes. En As Salseiras, Caión (A Laracha), los temporales provocaron el arrastre de áridos además de destrozar pasarelas y escaleras de acceso. Los trabajos no han terminado. Operarios de Costas también apuran las obras en arenales de Foz, Cedeira, Valdoviño o Fisterra, entre otros.

Con información de las delegaciones.

Quejas por mala planificación

Los bañistas de Santa Cristina conviven estos días con maquinaria pesada que se encuentra acondicionando el arenal. Las obras consisten en el traslado de arena de una punta a otra de la playa. Virginia González-Amor, usuaria del arenal, cuenta que «hoy [por ayer] ni me di cuenta de que estaban ahí las máquinas» -a la hora a la que fue estaban paradas- pero el miércoles sí que las vio en movimiento. Aunque no entorpecieron su jornada de sol a grandes rasgos, sí piensa que las obras podrían haberse programado para antes, ya que «ver las excavadoras tampoco es bonito, pero la arena sigue siendo mejor que la del Orzán».

En la playa de Paxariñas (Sanxenxo) las quejas se han generado precisamente por la falta de máquinas y de una fecha de inicio de la reconstrucción de un acantilado que se desplomó con los temporales. Se ha vallado un tercio de la playa, que previsiblemente quedará así todo el verano. Marisa Outón, gerente de un cámping a unos 50 metros del arenal, señala: «Nosotros pusimos una queja en el ayuntamiento hace meses y nada, esperaremos unos días y si no habrá que poner otra». Confía en que no se resienta el número de veraneantes, pero recuerda que «las playas de esta zona son el reclamo número uno, y el turismo es nuestro medio de vida».

En Miño la protesta vecinal tiene su origen en cómo la Demarcación de Costas está realizando las obras en la playa Grande. En concreto, el malestar se debe al tipo de arena con la que se está rellenando la zona. Los vecinos, que han realizado varias protestas, se oponen a que se emplee material del dragado del puerto exterior, que consideran no es de calidad. Han entregado firmas en los juzgados de Betanzos para que se paralicen los trabajos, pues creen que el material gris procedente de punta Langosteira no se parece a la fina y dorada arena característica de este lugar.