Ángel Currás desoye la creciente presión en el PP para que dimita como alcalde de Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Currás vende tranquilidad pese a que él y su mano derecha, Reyes Leis, han tenido que asumir todas las concejalías. «Se é necesario, lle dedicaremos máis horas», afirma

05 jun 2014 . Actualizado a las 12:12 h.

Santiago, la capital de Galicia, una ciudad de casi 100.000 habitantes, está gobernada desde ayer por solo dos personas: el alcalde, Ángel Currás (PP), y su mano derecha y único apoyo, Reyes Leis. La dimisión obligada de sus siete ediles condenados por prevaricación y la voluntaria de otros dos que no han aguantado más el insoportable clima interno, ha forzado al regidor a recuperar las competencias de los nueve ediles salientes. Las ha repartido solo entre él y la primera teniente de alcalde. Curiosamente, no ha delegado ningún área de gobierno en los otros dos ediles que aún integran su minúsculo grupo político, reducido a cuatro miembros cuando el Partido Popular cuenta con trece escaños en el pazo de Raxoi.

El alcalde se ocupará ahora de las competencias de Movilidad, Tráfico, Servicio de Grúa y ORA, Policía, Bomberos, Protección Civil, Presupuestos, Contratación, Consumo, Informática, Régimen Interior y Personal. La primera teniente de alcalde, Reyes Leis, ya tenía las de Empleo, Comercio, Turismo y Mercados y ahora suma también las de Centros Socioculturales, Relaciones Institucionales, Atención Ciudadana, Fiestas y Actividades Recreativas, Urbanismo, Vivienda, Rehabilitación, Ciudad Histórica, Patrimonio, Sostenibilidad, Sanidad, Cementerios, Familia, Mujer e Igualdad, Bienestar Social, Mayores, Educación, Deportes, Juventud, Normalización Lingüística, Brigada de Vías y Obras y Gestión Ordinaria de Servicios Básicos.

Pese a esa retahíla de competencias, Ángel Currás quiso ayer transmitir la idea de que tiene todo bajo control y de que Leis y él darán abasto pese a que ha admitido que no tiene plazos para sustituir a los nueve ediles vacantes. «Se é necesario dedicarlle máis horas, pois llas dedicaremos», afirmó el regidor.

Currás se ha visto también obligado a recomponer la junta de gobierno. A través de un segundo decreto de la alcaldía, ha nombrado como miembros de este órgano a los ediles a los que no ha delegado ninguna de las múltiples competencias que han quedado vacantes: Luis Meijide y José María Rosende. Seguirán formando parte tanto él como su teniente de alcalde, Reyes Leis, que además pasa ahora a ser la secretaria de la junta. Ni ella ni él podrán volver a ausentarse de estas reuniones, algo bastante frecuente en los tres años de mandato que han transcurrido. Más en el caso de Currás.

Precisamente, ninguno de los dos acudió a la junta de gobierno del 30 de mayo del 2013, cuando acordaron pagar con dinero público el abogado de su compañero Adrián Varela, por entonces edil de Deportes e imputado en la Pokémon por delitos de corrupción. Ha sido esta decisión por la que finalmente han sido condenados a nueve años de inhabilitación los siete concejales que sí constituyeron el órgano: Amelia González, Juan de la Fuente, Francisco Noya, María Pardo, Cecilia Sierra, Luis Bello y María Castelao.

Los funcionarios, hartos

La tranquilidad y normalidad que intenta vender Currás contrasta con la realidad y con la opinión de los funcionarios. El alcalde se reunió el miércoles con todos los jefes de servicio para intentar calmar los ánimos, pero no lo ha logrado. El presidente de la junta de personal, Antón Barba, le remitió ayer mismo una carta sugiriéndole que tendría que haber dimitido y pidiéndole que «non maltrate máis ao persoal traballador desta casa».

Entre los trabajadores del Concello cunde el desánimo, la frustración y el temor de que la absoluta soledad de un gobierno local compuesto en la práctica por solo dos personas haga aún más complicada la gestión municipal. «Aquí no van a poder ni celebrarse las bodas, a ver cómo hacen», explicaba ayer un funcionario dando una idea de lo imposible que les va a resultar a Ángel Currás y Reyes Leis asumir todas las concejalías delegadas.

El regidor no lo debe ver así y hasta se permitió reír en su comparecencia de ayer ante la prensa pese a lo insostenible de la situación.