Las obras serán sufragadas con un sobrecoste en los peajes durante veinte años

La Voz

GALICIA

Al incremento anual que ya experimentan las tarifas de los peajes en función del Índice de Precios al Consumo (IPC), Audasa le sumará un 1 % más cada año

18 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La ampliación de la Autopista del Atlántico se llevará a cabo mediante un particular proceso de financiación, que apenas tendrá repercusión en las arcas de la Administración del Estado, aunque sí en el bolsillo de los usuarios, que son quienes sufragarán realmente las obras.

Aunque la AP-9 es de titularidad estatal, su explotación corre a cargo del grupo Itínere, al que pertenece Audasa, mediante un régimen de concesión que no expirará hasta el año 2048. Por tanto es la empresa concesionaria la encargada de financiar el ensanchamiento de la autopista en los tramos de mayor saturación. Y para ello recurrió a una emisión de bonos el pasado mes de marzo con el propósito de captar 195,8 millones de euros, ampliables a 400, que le permitirán sufragar los gastos de los proyectos, las expropiaciones de terrenos y las obras propiamente dichas.

La inversión que anticipa Itínere se amortizará después a través de los peajes durante un plazo de veinte años, a contar desde el año 2017, la fecha en que concluirán las obras, al menos sobre el papel.

Un 1 % a mayores

De este modo, al incremento anual que ya experimentan las tarifas de los peajes en función del Índice de Precios al Consumo (IPC), Audasa le sumará un 1 % más cada año hasta recuperar la inversión. Ese sobrecoste no solo están vigente en los tramos que fueron ampliados, sino que se aplicará de forma general a toda la Autopista del Atlántico.

Finalmente, el proyecto publicado ayer en el BOE mantiene también vigente la resolución de abril del 2009, que eximía a estos trabajos de la declaración previa de impactos ambiental.