El PP de Vigo se pliega a Caballero respaldando sus presupuestos

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

GALICIA

El BNG cree que la operación Patos podría explicar este pacto «insólito»

29 sep 2015 . Actualizado a las 16:48 h.

La mayor parte del público que acudió ayer al pleno de Vigo protestó ruidosamente a lo largo de una sesión en la que el grupo mayoritario, el popular, respaldó el presupuesto de un gobierno socialista en minoría y aislado tras romper con el BNG. Nunca ocurrió algo similar en la ciudad y nadie imaginaba que un grupo marginado y humillado en los siete años de mandato de Abel Caballero le enviase semejante salvavidas a un año de las elecciones municipales. Aunque el alcalde fijó la sesión en medio de un puente festivo, el salón de sesiones se llenó, algo ya poco habitual. El grupo mayoritario, opuesto al pacto, superaba en número a los seguidores socialistas. En la calle, un centenar de personas de dos colectivos sociales protestaron también de manera ruidosa. En la sala, trabajadores de contratas municipales, delegados de la CIG y miembros de colectivos sociales interrumpieron las intervenciones de los portavoces de PP y PSOE, ante lo que Caballero amenazó con expulsarlos. Al comprobar que no se arredraban, decidió contemporizar para evitar la foto del desalojo. Por su parte, el grupo prosocialista centró sus iras en los tres ediles del BNG cada vez que intervenían. En lo relativo al pacto, la sesión no sirvió para clarificar los motivos reales que han llevado al PP a sellar un acuerdo inimaginable hasta ahora. José Manuel Figueroa, cuyo futuro político depende del éxito de esta arriesgada operación, se limitó una vez más a enumerar lugares comunes como que Vigo necesita este acuerdo para progresar. Además, dirigió dardos al BNG, asegurando que habían intervenido tras detectar que querían «chantaxear» al gobierno local «Bos e xenerosos» Y puestos a ajustar cuentas, recriminó al Bloque sus reproches recordando que «hai dez anos os nacionalistas lle deron a alcaldía al PP, cousa que agradecemos no seu momento». En tono bien diferente, una exultante Carmela Silva, portavoz del PSOE, defendió las bondades de las cuentas y atacó al BNG «por pedir en Vigo o que non fan en Pontevedra», donde gobierna el nacionalista Fernández Lores. Tanto abusó del argumento que Iolanda Veloso, portavoz del Bloque, le recordó que «o PSOE tamén goberna» en la capital provincial. Y su colofón fue dirigirse en dos ocasiones a los concejales del PP como «os bos e xenerosos», parafraseando el verso del himno gallego, una alusión que sonó a anatema en los oídos del BNG. Aislados ante una mayoría apabullante, Veloso decidió utilizar balas de grueso calibre. «Neste país hai un pacto de silencio», disparó señalando concretamente a la corrupción. Aludía así a la operación Patos por la que en febrero dos concejalías de Vigo fueron registradas por la policía y a la que algunos asistentes mencionaban en carteles con el siguiente texto: «PSOE-PP, Operación Pactos». Las becas de inglés en el extranjero financiadas por el Concello fueron objeto de polémica. Sobre ellas, la dirigente nacionalista reiteró que se oponen para las rentas altas. «Calquera con eses ingresos pode facelo, igual que operarse nunha clínica privada se quere», retratando así la reciente intervención quirúrgica de Caballero en Oviedo desdeñando la sanidad pública, un asunto que hasta ahora había pasado desapercibido. Sus explicaciones no ablandaron a Silva, que la atacó sin descanso asegurando que «cando vostedes gobernaban con nós lle parecían ben as becas de inglés». Afirmación real, pero que olvida que el año pasado salieron del presupuesto por exigencia del Bloque. En aquel momento Caballero garantizó que las recuperaría y el PP dijo que estaban a favor. Un año después se comprobó la exactitud de ambas afirmaciones. Al margen de lo anterior, los socialistas sacaron pecho con el presupuesto y con la gestión de los siete años anteriores, respaldada por el BNG y con el PP en la oposición. Presumieron de la situación económica del Concello, «el que más dinero dedica a creación de empleo y a gasto social». Por el contrario, desde las filas del PP Figueroa evitó realizar la menor defensa del presupuesto. Vigo necesitaba un acuerdo y reclamaron contrapartidas en proyectos de la Xunta fue su argumento. Ni una palabra en apoyo de unas cuentas que ahora son tan suyas como del propio Caballero.