La jefa provincial de Tráfico de A Coruña y coordinadora de la DGT en Galicia, María Victoria Gómez Dobarro, ya dejó claro hace meses que los mayores problemas del tráfico gallego se estaban detectando en las carreteras convencionales y en las secundarias, que son las que tienen un carril en cada sentido y carecen de mediana de separación. En ese tipo de vías se producen los accidentes más graves, con muertos y con heridos de consideración, en parte debido a los excesos de velocidad. Muchos de los siniestros se inician con una salida de la carretera y con la posterior pérdida de control del vehículo. Y ahí es donde los expertos destacan que la velocidad es clave en el desarrollo del accidente, ya que un despiste en una carretera sin arcén a una velocidad excesiva puede terminar en tragedia.
Control aéreo
Por todo eso, Gómez Dobarro solicitó a Madrid la incorporación a la patrulla aérea gallega de uno de los nuevos sistemas de control aéreo de la velocidad. La coordinara de la DGT en Galicia está convencida de que el trabajo del helicóptero Pegasus sobre ese tipo de carreteras tenga un efecto preventivo inmediato para intentar reducir el número de accidentes y de víctimas mortales en ese tipo de carreteras. Y lo argumenta con los datos sobre excesos de velocidad registrados en la comunidad. Y como principal ejemplo sirve lo ocurrido durante la última campaña de control de la velocidad desarrollada en la red viaria gallega, en la que en solo una semana (entre 31 de marzo y el 6 de abril) fueron impuestas 2.096 denuncias de velocidad.
Radares de la Guardia Civil
Con esa cifra total se cerró la campaña intensiva de control de velocidad en Galicia, que se desarrolló fundamentalmente en las carreteras convencionales y secundarias. En ese tipo de vías la vigilancia se realizó con los dispositivos de control de la velocidad de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia, que dispone de radares móviles incorporados en vehículos camuflados y de radares láser (que pueden ser instalados en vehículos o en trípodes).
En las carreteras convencionales, los radares de la Guardia Civil de Tráfico detectaron 1.324 infracciones por exceso de velocidad. En esas vías se llegó a controlar la velocidad a la que circulaban 55.570 vehículos. En las travesías fueron denunciados 317 infractores, de un total de 12.492 coches controlados.
Durante esa campaña específica también se hicieron controles de velocidad en autopistas y autovías. Aquí el número de vehículos controlados fue de 23.871 de los que 455 fueron captados con exceso de velocidad.
En vías convencionales
Por provincias, y en lo que se refiere a carreteras convencionales, fue Pontevedra la que registró un mayor número de infracciones (664) en esa semana de control intensivo. La siguiente fue A Coruña, con 423 denuncias de velocidad, seguida de las provincias de Lugo (171) y Ourense, con 66 denuncias de radar. En las travesías fue A Coruña la provincia con mayor número de infracciones de velocidad, con 192 denuncias; seguida de Pontevedra, con 56; Ourense, con 47, y Lugo, con 22.